Niños, ancianos y jóvenes, entre las víctimas de la represión

Al menos 74 muertos han costado al pueblo las diez jornadas de protesta organizadas por la oposición para exigir democracia y libertad en Chile. La cifra, recopilada por la Vicaría de la Solidaridad, una institución de la Iglesia católic, a dedicada a la promoción de los derechos humanos, muestra el resultado de la represión policial contra manifestantes y pobladores durante las distintas jornadas de protesta iniciadas ert mayo de 1983 en Chile.Sin embargo, las víctimas mortales, producto de hechos de violencia, se acerca a las 150 en el último año y medio, desde el inicio de las protestas, coincidiendo con un año de aumento de la movilización popular en contra del régimen militar de Augusto Pinochet.

Según la Vicaría, los que no han muerto en protestas han fallecido en supuestos enfrentamíentos entre extremistas y fuerzas de seguridad, muchos de los cuales han sido denunciados coino simples asesinatos por la Iglesia católica.

En ninguno de los 150 casos, que incluyen niños de apenas un año, mujeres ancianas y muchos jóvenes, se ha logrado dar con los autores de los disparos que les causaron la muerte, y la Iglesia afirma que la mayoría de ellos fueron carabineros, militares o civiles no identificados que actuaban al amparo de la policía de seguridad.

Contra las movilizaciones

"La mayor parte de las muertes ocurren en el contexto de una represión dirigida sobre todo contra la movilización social que desde 1983 se ha hecho más reiterada y abierta% resumió un reciente informe de la Vicaría, preparado con motivo de una Jornada Nacional en Defensa de la Vida, promovida por la Iglesia y altas personalidades del país.

Durante los últimos cuatro años, más de 250 muertes violentas han sido registradas por los organismos de derechos humanos, como resultado de la violenta respuesta de una dictadura que se resiste a perder el poder, frente al aumento de la movilización popular en su contra.

Reiteradamente, el general Augusto Pinochet ha dicho que está dispuesto a repetir los hechos violentos que el 11 de septiembre de 1973 truncaron el régimen constitucional del presidente socialista Salvador Allende y pusieron fin al sistema de libertades democráticas del que Chile disfrutaba desde decenas de años atrás. A partir de entonces, y con grandes dificultades, surgió una resistencia política, soterrada primero y ahora abierta, contra el régimen militar.