La Generalitat y el ayuntamiento no han concretado la fórmula de ayuda suplementaria al Liceo barcelonés

Ayuntamiento y Generalitat no han concretado los aspectos económicos que deben deducirse del comunicado conjunto firmado el martes sobre el interés mutuo en salvar el Liceo, tras las manifestaciones del agente artístico Carles Caballé en el sentido de que el Liceo deberá afrontar demandas judiciales si no paga sus deudas. Generalitat y ayuntamiento deben concretar la cobertura del déficit del Liceo que Caballé cifra en 800 millones de pesetas. Otro tema flota en el debate: la oferta del Ministerio de Cultura de apoyar económicamente al Liceo y si esta ayuda ha de implicar la entrada de la Administración central en el patronato del teatro, patronato que preside Jordi Pujol, presidente de la Generalitat.

Durante la jornada de ayer, ni la Generalitat ni el Ayuntamiento de Barcelona concretaron las condiciones del primer acuerdo que suscribieron conjuntamente el pasado martes por la tarde sobre la necesidad de solucionar la grave crisis que atraviesa el Liceo de Barcelona. En los medios atentos al conflicto, sorprendió que las dos instituciones públicas, que han demostrado a lo largo del año un constante desacuerdo sobre la forma de subvencionar el Liceo, firmaran, sin haber mantenido ningún tipo de conversaciones previas, un comunicado del que se desprendía un espíritu de colaboración.Medios cercanos al Liceo y al mundo musical barcelonés comentaron a este diario que había dos factores esenciales que habían hecho posible este principio de acuerdo. Por una parte, el mayor empeño en encontrar soluciones rápidas que demuestra el nuevo conseller de Cultura de la Generalitat, Joan Rigol. Por otra parte, se consideraba que el alcalde accidental, Jordi Parpal, desconocía las razones por las que ayuntamiento y Generalitat no habían llegado nunca a un acuerdo al respecto.

En la tarde de ayer, unas declaraciones a la agencia Efe de Lluís Andreu, administrador del teatro del Liceo, ahondaban en este sentido y, de nuevo, lanzaba una leve acusación contra la administración municipal. Andreu se refería a los altísimos presupuestos de que gozan los mejores teatros líricos del mundo y luego, textualmente, decía: "En cambio el ayuntamiento dio en 1984 una subvención al Liceo de 75 millones, mientras que para la temporada del Grec tenía un presupuesto de 90". Lluís Andreu, al ser preguntado por este diario, añadió otro aspecto a su crítica: "Según los estatutos del consorcio, el déficit que se produzca en el Liceo deben levantarlo a partes iguales el ayuntamiento y la Generalitat". La interpretación de este apartado de los estatutos provocó un conflicto entre Generalitat y ayuntamiento. Mientras que la Administración autonómica mantiene el criterio expuesto por Andreu, el ayuntamiento considera que los estatutos no precisan la distribución de esta responsabilidad.

Jordi Parpal, a propósito de estas declaraciones del administrador del Liceo, afirmó que "estoy francamente sorprendido y pienso que no puede compararse el Grec con el Liceo. Éste es un problema que tienen todas las administraciones públicas". Añadió que éste era un "problema de fondo", que sólo puede solucionarse con la participación de todos los estamentos de "Barcelona, Cataluña y España". Pero el alcalde accidental, efectivamente, reconoció a esta redacción que desconocía los antecedentes de la polémica mantenida con la Generalitat. También consideró que si el Ministerio de Cultura hubiera entrado en el patronato del consorcio, el problema no sería tan grave en estos momentos y, finalmente, auguró unas mejores relaciones y un mayor entendimiento con la Generalitat.

Patronato inoperante

El economista Josep Maria Bricall, miembro del patronato por petición personal del alcalde Pasqual Maragall pero sin representación oficial municipal, declaró a este diario, reafirmando la postura que ha mantenido a lo largo de este año la Administración municipal, que la interpretación que hace la Generalitat de la cláusula sobre levantamiento del déficit no es correcta puesto que los estatutos del consorcio no fijan limitación alguna ni los términos en que deben repartirse las cantidades a pagar por parte de las dos administraciones.Por otra parte, Josep Maria Bricall se lamentaba -insistiendo que éste era, a su parecer, el punto más grave de la cuestión,de que el Patronato no se hubiera reunido desde el mes de julio del pasado año. Ya entonces, explicó Bricall, se conocía la gravedad de la situación. "Recuerdo que alguien señalaba que el Liceo iba a acabar como la Banca Catalana, con unos pocos miles de pesetas de pérdidas al principio y con una pelota imparable al final". La Generalitat confirmó ayer que el patronato se reunirá en septiembre para aprobar, si no se altera el orden del día, la programación de la temporada.

Otro de los puntos conflictivos entre ayuntamiento y Generalitat ha sido la incorporación del Ministerio de Cultura al patronato. La Generalitat nunca lo quiso, aunque sí considera válida su protección económica. Sus razones eran la necesidad de defender la catalanidad de la institución operística. En este tema el nuevo conseller mantiene el mismo criterio que su antecesor. Así lo confirman sus declaraciones del martes al manifestar que se trata de "salvar el buen nombre del Liceo, siempre bajo el signo de su catalanidad".

Josep Maria Bricall recordó que, en su opinión, es absurdo plantearlo como un conflicto: "Si ingresa el ministerio, el Liceo puede llegar a convertirse en una Scala y, además, todos los compositores catalanes que han escrito óperas lo han hecho en italiano". Por otra parte, señalaba el economista que quizas sería necesario que Cataluña, un país sin Estado, se planteara subvencionar "canteras musicales, fuentes para la formación de nuevas generaciones y dejara que el Estado se ocupara de objetivos más suntuarios como la ópera".

En cuanto a las limitaciones de la influencia de los poderes públicos a través del patronato, Josep Maria Bricall es explícito. "Por el momento, el patronato no sirve para nada. En el caso de la aprobación de la programación de temporadas, las reuniones no pueden servir porque ya está todo decidido".

Ayer, 60 miembros del coro cobraron el cheque que había sido devuelto el martes por falta de fondos. Según Efe, Jordi Pujol recibió ayer al gerente del consorcio del Liceo, Lluís Portabella. La Generalitat no confirmó la celebración de esta entrevista. Hoy continuarán los pagos pendientes.