Iniciados y profanos, en el curso musical de Sopeña, en la Menendez Pelayo
Destinado tanto a quienes conocen la técnica musical como a aquellos que, desde fuera, pretenden introducirse en el campo de la música, o manifiestan interés por ésta, se inició el pasado lunes en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en Santander, un seminario dirigido por Federico Sopeña, catedrático del Conservatorio de Madrid y miembros de la Real Academia de Bellas Artes.El director del seminario señaló que la intención de éste es favorecer el paso de la música considerada como una especialidad a la música como participación. Estructurado en dos niveles, uno técnico y otro sociológico y divulgador, el seminario se dirige a un alumnado con diferentes grados de formación. musical y de interés. De los 80 alumnos matriculados, la mayoría corresponde a la segunda categoría.
El seminario, que complementa el dirigido por el tenor Alfredo Kraus en la última semana del pasado mes de julio, titulado Lecciones magistrales, y al cual asistió un seleccionado grupo de estudiantes de canto, se ha organizado por el sistema de tutorías, al objeto de posibilitar un mayor aprovechamiento académico de las enseñanzas que se imparten. Junto a Sopeña, llevan el peso del seminario el profesor de Historia de la Música Jacinto Torres, los musicólogos María del Carmen Gómez Muntane y Luis Álvarez Sastre, y los críticos musicales Félix Palomero y Andrés Fernández Rubio.
Para aquellos alumnos asistentes al curso que no cuentan con formación musical previa, el director del seminario desarrollará distintos aspectos sociológicos e históricos, en conferencias ilustradas musicalmente, intentando hacer un repaso general que se remonta a la Edad Media para culminar en el momento actual, aunque con especial incidencia en la música española de los siglos XVIII y XIX. Para el otro grupo de asistentes que conocen la técnica musical, las conferencias y trabajos que se desarrollen irán orientados al análisis técnico de partituras. El resto de las sesiones será un trabajo en común de ambos grupos, en el que predominarán los ejercicios prácticos.
Existe la intención en los organizadores del seminario de promover, como ejemplo de experiencia práctica, la formación de coro, que intentará compenetrar el esfuerzo de los que cuentan con estudios musicales y aquellos que no los poseen. Para Sopeña, el seminario debería ser el embrión de un grupo de presión capaz de difundir la música a todos los niveles, educando la sensibilidad de aquellos que careciendo de una formación musical desean, por distintas razones, acceder a su comprensión y disfrute.
