Un muerto por la policía durante la jornada en defensa de la vida en Chile
Un muerto (un joven de 19 años) y decenas de heridos fue el balance de la represión policial contra manifestantes que participaron el pasado jueves en diversas ciudades chilenas en una jornada nacional de defensa de la vida, convocada por autoridades de la iglesia católica y un comité de personalidades del país. Acciones de violencia contra grupos de manifestantes se registraron en varias ciudades del país, tras concluir la jornada denominada Chile defiende la vida, en la que participaron decenas de miles de personas, en su mayoría opositores al régimen militar.
Un estudiante de 19 años, que participaba en una manifestación antigubernamental en un sector obrero al sur de Santiago, murió de un balazo en la cabeza durante un choque con la policía, que reprimió con violencia las acciones de los manifestantes. Otra muchacha resultó herida grave al reventarle una bomba lacrimógena en su rostro cuando participaba en la campaña, junto a otros centenares de manifestantes, dentro de la catedral de Valparaíso.
Según la policía, unos 40 manifestantes fueron detenidos en todo el país, mientras que los organizadores aseguran que hubo más de 50 heridos, la mayoría apaleados por carabineros, que arremetieron contra las multitudes congregadas en torno a las catedrales de las principales ciudades.
La protesta consistía fundamentalmente en llevar cirios encendidos y lanzar una flor ante la iglesia como símbolo de amor por la vida. Los organizadores dijeron que sólo en Santiago más de 30.000 personas, incluidos los máximos líderes políticos y sindicales de la oposición, desfilaron durante más de dos horas en completo orden frente a la catedral, cantando la canción Gracias a la vida, de Violeta Parra, elegida como himno de la campaña.
La jornada había sido convocada tras un dramático llamamiento de la conferencia episcopal a luchar contra la violencia política, que ya se ha cobrado más de un centenar de muertos en doce meses, la mayoría durante protestas antigubernamentales.
Los participantes en los diversos actos de protesta no corearon consignas políticas ni llevaron banderas partidarias.
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