La Junta de Castilla y León, mantiene la programación de 'Teledeum' en contra de la opinion de la Iglesia

La inclusión del montaje de Teledeum, de Els Joglars, en la programación de Estival 84 patrocinada por la Junta de Castilla y León ha recibido duras críticas del arzobispado de Burgos, donde el grupo tiene prevista su actuación mañana, y del obispado de Salamanca, donde el grupo catalán actuará los días 8 y 9 de agosto. El empresario del teatro donde debía celebrarse la representación decidió ayer cancelar el contrato correspondiente, aunque la Junta mantiene el propósito de celebrarlo en un polideportivo de la ciudad.

Tras el atentado contra las instalaciones dispuestas por el grupo en Gijón, sobre el que la policía informó ayer que no se utilizaron cócteles molotov, y las protestas por el contenido de la obra, dos miembros del episcopado, el obispado de Salamanca y el arzobispado de Burgos, han expresado su oposición a que, Teledeum se represente en sus diócesis. Está previsto también que, dentro de Estivalia 84, el grupo que dirige Albert Boadella actúe en Palencia.El arzobispado de Burgos ha hecho pública una nota en la que advierte a todos los católicos que deben abstenerse de asistir a dicha representación, "que no es sino una gravísima ofensa a los misterios más queridos de nuestra fe", informa

El arzobispado, que considera que este espectáculo puede causar un daño moral "quizá irreparable" al pueblo cristiano, había enviado previamente al delegado territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León, organizadora de la representación, una carta en la que solicitaba que fuese suspendida la representación.

El arzobispado no cree que su postura constituya ninguna injerencia, sino "Ia justa exigencia de que los responsables públicos cumplan la palabra que el mismo ministro de Justicia empeñó en su visita del pasado mes de marzo al Vaticano, cuando dijo que en todo momento se trata en España de conjugar el máximo. respeto por parte del Estado hacia las creencias e ideologías de los ciudadanos españoles con la libertad de expresión y el pluralismo ideológico".

Finalmente, la nota del arzobispado señala que lamenta que de una región como Cataluña "nos lleguen espectáculos tan deplorables, porque suponemos que no está en el ánimo de los catalanes el ofender los sentimientos religiosos de la gran mayoría de creyentes de otras regiones".

Después de darse a conocer esta nota, el director general de Promoción Cultural de la Junta de Castilla y León, Juan González Posada, recibió la comunicación de que el empresario del teatro Avenida de Burgos había decidido romper unilateralmente el contrato debido a las amenazas recibidas, por lo que la Junta emprenderá acciones legales contra él. Finalmente, después de la negativa del alcalde a ceder una plaza burgalesa, se ha conseguido que la obra se represente en el polideportivo femenino del Instituto López de Mendoza.

Obra "blasfema"

Por otra parte, el obispado de Salamanca ha manifestado que espectáculos como Teledeum "no conducen a la pacífica convivencia de una sociedad democrática", informa En una nota hecha pública ante la presentación de la obra del grupo catalán en el Pabellón Municipal de Deportes los próximos miércoles y jueves, el obispado "pide también a todos un correcto uso del derecho, a la libertad de expresión".El obispado de Salamanca califica de blasfema la obra y "ruega públicamente a las autoridades civiles y políticas y a las entidades" que patrocinan este tipo de espectáculos, "que traten de evitarlos". La actuación de Els Joglars está incluida en la programación del III Verano Cultural de Salamanca, que organizan el ayuntamiento de la ciuddd, la Diputación provincial, la Junta de Castilla y León, la Universidad y la Caja de Ahorross. No obstante, las conversaciones mantenidas entre las instituciones para organizar el verano cultural tuvieron uno de sus puntos más conflictivos en la contratación de Els Joglars, lo que acabó con la expresa voluntad de la Universidad y la Caja de Ahorros de hacer constar públicamente que no participan en la organización de este espectáculo.

La nota oficial del obispado pide a los creyentes que su decisión sea consecuente Con su fe católica, y manifiesta que estos espectáculos "nada tienen que ver con la dignificación y elevación cultural de un pueblo".

Por su parte, el alcalde de Salamanca, Jesús Málaga, ha manifestado que "negarse a conocer la crítica, aunque pueda resultar dolorosa, es una actitud mítica, irracional; impedir que la crítica llegue a la opinión pública equivale a rechazar la madurez de los ciudadanos y negar a quienes no participan de determinadas creencias un derecho irrenunciable; vetar la comunicación de unas formas legítimas de pensamiento supone devolvernos a la Inquisición".

Botellas con agua

En lo que se refiere al atentado, sufrido en Gijón, y del que ayer informó EL PAIS, la policía de la ciudad asturiana ha indicado que las botellas lanzadas contra el escenario en que actuaron Els Joglars el martes por la noche no eran cócteles molotov, pues sólo contenían agua, según la versión facilitada ayer a El PAIS por el jefe de la Brigada de Información de la Comisaría de Policía, Justo, Alcobendas, informa Los hechos ocurrieron sobre las dos menos cuarto de la madrugada, una hora después de que finalizara la representación de Teledeum. A esa hora, personas sin identificar lanzaron dos botellas al interior del entoldado que cubre la plaza mayor de Gijón, en donde estaba situado el escenario. Una de ellas quedó situada junto al camión de Els Joglars y la otra llegó hasta el mismo escenario. Las informaciones que circularon en un primer momento indicaban que los supuestos cócteles no habían explosionado por haberse apagado la mecha durante el lanzamiento. Sin embargo, la policía gijonesa desmintió ayer esta versión. "Eran simplemente dos botellas, un envase de gaseosa y otro de vino, rellenas de agua", dijo el jefe de la Brigada de Información.

No obstante, la policía sí confirmó que durante la representación, que estuvo precedida de una fuerte polémica en la que llegó a intervenir hasta el presidente de la Conferencia Episcopal Española, se recibieron 11 llamadas anónimas advirtiendo la colocación de bombas, amenazas que resultaron ser falsas.