Interesa en Argentina el reciente desarrollo legislativo del cine espanol

Vittorio Gassman, que ahora actua en Buenos Aires, Núria Espert, Julieta Serrano y Mayrata O'Wisiedo, que representan de nuevo Las criadas, y los actores de la delegación del cine español fueron homenajeados por el Sindicato Argentino de Artistas en un acto que acabó con una informal mesa redonda entre Charo López, Juan Diego y sus colegas argentinos. Una clara preocupación por conocer la legislación española en torno al cine quedó plasmada en las preguntas.

Los cineastas argentinos, que en este momento adquieren un nuevo impulso (hay seis películas nacionales en sus cines de estreno y otras 20 se están filmando: desde títulos comerciales a revisiones históricas, denuncias de la guerra de las Malvinas, crónicas de sucesos reales y fantasías amorosas), suelen considerar su trabajo en términos muy por debajo de sus auténticos logros. Una suerte de depresión acogota sus esfuerzos, una desesperanza que no se justifica en la realidad de sus trabajos: En retirada, de Desanzo, es una fuerte crónica negra sobre el paro en el que vive ahora un antiguo torturador; Pasajeros de una ecología, de Ayala, denun cia la corrupción de la burguesía en tiempos del directorio militar Camila, de Bemberg, que es la película más comercial, expone, por su parte, la historia pasional de una joven aristócrata con su confesor, lo que supone una primera crítica al papel social de la Iglesia en la historia argentina.Este acto de homenaje no es más que uno de los numerosos que se celebran en torno a la Semana del Cine Español, adelantada de una Semana Española que se celebrará de inmediato. Sus proyecciones siguen obteniendo un claro éxito, curiosamente en la misma relación en que los filmes seleccionados triunfaron en España, es decir: Los santos inocentes, Las bicicletas son para el verano, La muerte de Mikel y Epílogo figuran entre las que agotaron las entradas.

De entre estos títulos el presidente Raúl Alfonsín eligió el pasado fin de semana los que debieron formar una sesión organizada en su residencia: Alfonsín se dejó aconsejar sobre los temas de las películas, marginando aquellas que pudieron parecerle escabrosas, probablemente porque dichas proyecciones privadas se celebraban en su ámbito familiar. La mayor despolitización de los fílmes españoles que este año se presentan en Buenos Aires (a los citados hay que añadir Truhanes, Feroz y 1919) contrasta con el comprometido panorama presentado el pasado año (El crúnen de Cuenca y Viva la clase media, muy especialmente), pero al tiempo es coincidente con la normalización de la vida política argentina.

En esta ocasión son la calidad cinematográfica media de los filmes seleccionados y las posibilidades de conseguir idénticos logros en la cinematografía argentina los temas centrales del debate que se desarrolla a lo largo de toda la semana, aunque no por ello se excluyan los aplausos espontáneos.