Lluch no acepta los reiterados intentos de dimitir del director general del Insalud, determinados por su conflicto con UGT

El director general del Instituto Nacional de la Salud (Insalud), Francesc Raventós, ha presentado en varias ocasiones su dimisión ante el ministro de Sanidad y Consumo, Ernest Lluch, según se supo ayer, aunque ni el dimisionario ni el ministro quisieron confirmar ni desmentir la información. Lluch se negó en el Senado a hacer cualquier tipo de declaración al respecto, aunque luego señaló: "Llame usted mañana y pasado mañana a su despacho y allí le encontrará". El origen de esta crisis en Sanidad se remonta a un error de cálculo en el convenio colectivo firmado el pasado abril entre el Insalud, la Unión General de Trabajadores (UGT) y la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos. Este error, cuya cuantía se cifra entre 4.000 y 6.000 millones de pesetas, ha motivado el incumplimiento de lo pactado, al negarse el Ministerio de Trabajo a hacer efectivo el convenio. UGT pidió entonces la dimisión del director general.

Lluch, que se encontraba en la Cámara alta para contestar una interpelación, dijo ayer que no ha aceptado la dimisión de Raventós, aunque se negó a admitir que éste la hubiera presentado. Simultáneamente, el jefe del Gabinete Técnico del ministro, José Artigas, afirmaba desconocer la existencia de esta dimisión y señaló a este periódico que el ministro "no piensa prescindir de los servicios de Raventós".Fuentes de toda solvencia, sin embargo, han confirmado a EL PAÍS que Francesc Raventós ha planteado al ministro su dimisión en varias ocasiones durante las últimas semanas, a raíz del conflicto señalado, informa Milagros Pérez Oliva. Tanto el ministro como el director general despacharon ayer los asuntos de sus agendas.

El conflicto abierto entre la Federación de Servicios Públicos de UGT y el director general del Insalud saltó a la luz pública el pasado 31 de mayo, cuando el secretario general de esta federación sindical, Justo Zambrana, pidió al ministro el cese de Francesc Raventós. El conflicto, sin embargo, se arrastraba desde hacía semanas y ahora amenaza con convertirse en una nueva crisis ministerial si Ernest Lluch no logra mantener a Francesc Raventós sin enfrentarse a UGT.

Francesc Raventós es considerado el hombrefuerte del ministro, y en medios políticos se considera que si aquél cayese por este conflicto, Lluch quedaría muy debilitado en la pugna dentro del PSOE entre las dos concepciones sobre cómo debe plantear el Gobierno socialista la política sanitaria.

Según ha indicado un portavoz de UGT, tanto Francesc Raventós como Ernest Lluch han reiterado en los últimos días a la central sindical su voluntad de respetar el convenio, "pero el aumento no se aplica, y lo que no podemos tolerar es que un compromiso que lleva la firma del director general del Insalud en el que se ha comprometido el sindicado, no se cumpla. Si tienen un error, es un problema suyo, pero el convenio debe aplicarse".

Situación insostenible

Raventós habría intentado durante este tiempo que el conflicto se resolviese de algún modo, pero, según fuentes fidedignas, la dificultad de encontrar una sal¡' da airosa para ambas partes ha mantenido el conflicto latente, hasta llegar a una situación prácticamente insostenible. La noticia de que Francesc Raventós ha presentado la dimisión se filtró ayer, al parecer, por alguna de las partes implicadas para forzar un desenlace.Francesc Raventés, economista de 44 años, accedió a la dirección general del Insalud al tomar posesión de su cargo el ministro Ernest Lluch, después de desempeñar brillantemente la gerencia del mercado central de Barcelona, Mercabarna, y haber ostentado el decanato del Colegio de Economistas de Cataluña. Francese Raventós es considerado el baluarte de Ernest Lluch en la política de restricciones y control del gasto emprendida por el ministerio, con la oposición de importantes sectores del PSOE, partidarios de replantear el funcionamiento estructural de la Sanidad.

Entre estos últimos figura el propio subsecretario del Ministerio de Sanidad y Consumo, Pedro Sabando. Las discrepancias entre el equipo de Lluch y este importante sector del PSOE, cuyo máximo representante político se considera que es Ciriaco de Vicente, se mantiene desde el principio del mandato. En este contexto, el conflicto con el sindicato socialista UGT tiene una repercusión política que va mucho más allá del estricto conflicto laboral.