40 bombas, respuesta a la legislación antiterrorista dictada por Pinochet

Alrededor de 40 bombas hicieron explosión durante la madrugada de ayer en las principales ciudades chilenas, horas después de que la Junta Militar que preside el general Augusto Pinochet aprobara una drástica legislación antiterrorista, según informó la policía.Informaciones no oficiales cifran en más de cuatro decenas las explosiones registradas en Santiago, Valparaíso, Viña del Mar y Concepción contra instalaciones bancarias y eléctricas. En algunas zonas se produjeron cortes en el fluido eléctrico, pero no hubo heridos, de acuerdo con las fuentes oficiales.

La nueva ley antiterrorista promulgada por los militares es algo más suave que la propuesta inicialmente por el general Pinochet, que fue fuertemente criticada por las organizaciones pro derechos humanos en base a una cláusula que hubiera permitido a los tribunales militares juzgar todos los casos afectados por esa ley.

Ahora esta cláusula ha quedado eliminada, y los plenos poderes dados a los servicios de seguridad han sido puestos bajo el control de los tribunales. Los ataques contra figuras públicas y miembros de las Fuerzas Armadas y sus familias son definidos como actos terroristas, lo mismo que la colocación de bombas, el secuestro de aviones, los asaltos contra transportes públicos "con un objetivo revolucionario o subversivo".

La ley abarca también a aquellos que inciten, encubran o toleren los actos terroristas, así como la conspiración y el entrenamiento de los activistas. Penas de prisión que abarcan desde cinco años hasta cadena perpetua cubren la mayor parte de los delitos. La pena de muerte puede ser aplicada por asesinato. Los tribunales pueden decretar la incomunicación de un sospechoso durante un plazo de 10 días.

Las fuerzas de seguridad pueden ejecutar arrestos y otras acciones para investigar crímenes terroristas sin orden judicial, aunque se dispone que los tribunales sean informados en un plazo de 48 horas.