Se atribuye a la falta de veterinarios el estado de los mataderos denunciado por la CEE

La crónica insuficiencia de veterinarios en los mataderos industriales españoles está detrás de los defectos higiénico-sanitarios denunciados en el informe realizado por técnicos de la Comunidad Económica Europea (CEE) sobre ocho mataderos españoles, según ha denunciado la Asociación de Veterinarios Titulares Interinos (AVTI).

Señala esta asociación que, ante la prevista inspección de los mataderos españoles, realizada el pasado mes de febrero y solicitada por la Administración española, se produjo un precipitado y posiblemente irregular nombramiento de inspectores veterinarios en los mataderos que iban a ser objeto de inspección. La falta de un número suficiente de estos profesionales había sido señalada por estos mismos servicios veterinarios de la CEE en una anterior inspección realizada hace dos años, igualmente a petición española.En algún caso, un veterinario de los nombrados se encontró con que debía simultanear su trabajo en la zona que tenía asignada con la inspección de un matadero situado a 80 kilómetros de distancia.

En otros mataderos, que en principio habían estado de acuerdo con la Administración para someterse a una inspección, la dirección decidió retirarse a última hora, posiblemente por las condiciones en que esta inspección había sido planteada. Este fue el caso del matadero de productos cárnicos El Acueducto, de Segovia, perteneciente al grupo Nestlé. Las empresas cárnicas, agrupadas en Asocarne, han denunciado el malestar creado en el sector por la publicación de los resultados de la inspección, a la que accedieron voluntariamente por colaborar con la Administración española.

Rafael Laguens, presidente de AVTI, señala que la situación sanitaria de los mataderos españoles no puede considerarse catastrófica, aunque existan muchos aspectos mejorables. Sin embargo, subraya la falta de un número suficiente de veterinarios en los mataderos, cuando estos profesionales son precisamente los encargados de vigilar sus condiciones sanitarias, puestas en entredicho por el informe de la CEE.

Sin oposiciones desde 1978

En la actualidad sólo existen en toda España 90 veterinarios destinados como directores técnicos sanitarios en mataderos industriales. No se incluyen en esta cifra los veterinarios de los mataderos municipales.No se han celebrado oposiciones a este cuerpo de veterinarios titulares desde el año 1978, lo que motivó precisamente la creación de la AVTI. Muy recientemente se ha publicado la convocatoria de 400 plazas para este cuerpo, cuando en total existen unos 1.200 veterinarios titulares interinos, de los 4.000 que forman el cuerpo.

El máximo responsable de la vigilancia de las condiciones sanitarias en los mataderos es Lázaro G. López Fernández, que ocupa desde hace varios años el cargo de subdirector general de Veterinaria de la Salud Pública en el Ministerio de Sanidad y Consumo, y ha continuado ocupándolo con la Administración socialista.

Según la impresión recogida por la AVTI, la iniciativa de que se realizara la inspección partió directamente de esta subdirección general, sin que se conozca exactamente el objetivo perseguido, ya que desde España no se puede exportar a la CEE carne de porcino, y, por tanto, tampoco embutidos, debido a la existencia de peste porcina africana en nuestro país.

Lo único que se podría exportar, dados los excedentes de carne de la comunidad, es una pequeña cantidad de carne de vacuno y cordero, lo que indica la escasa repercusión económica de una posible homologación por la CEE de mataderos españoles.

Temario y gratificaciones

Por otra parte, López Fernández forma parte del consejo de dirección de la revista profesional Hygia Pecoris, que un año antes de publicarse la convocatoria de oposiciones anunciaba la venta del temario de éstas, al precio aproximado de 10.000 pesetas.La Subdirección General de Veterinaria de la Salud Pública está elaborando un proyecto de reestructuración de la inspección veterinaria. Entre las prácticas actualmente toleradas en este campo, y repetidamente denunciadas por asociaciones de consumidores, está el hecho de que los mataderos conceden gratificaciones por diversos conceptos a los veterinarios que deben realizar la inspección de sus instalaciones. La práctica de obtener ingresos de los propietarios de las instalaciones inspeccionadas se extiende también a las llamadas intervenciones sanitarias en todos aquellos establecimientos que expenden productos de origen animal, como carnicerías, ultramarinos...

La ATVI considera que el consumidor español tiene derecho a unas mayores garantías higiénico-sanitarias de los productos alimenticios y que las medidas para conseguirlas no deben estar determinadas sólo por la posibilidad de una visita de una comisión de expertos del Mercado Común.