El acuerdo sobre los precios agrícolas abre esperanzas para la solución de los problemas pendientes de la CEE

El acuerdo definitivo sobre los nuevos precios agrícolas al que llegaron los ministros de Agricultura de la CEE tras votar ayer, en Bruselas, a las 8.30 de la mañana, después de 17 largas e ininterrumpidas horas de debates, será, en opinión del presidente de la reunión, el francés Michel Rocard, "contagioso" para que los titulares de Asuntos Exteriores tomen el 9 de abril, en Luxemburgo, las decisiones que Bes quedan -recursos propios, cheque británico, rigor presupuestario y "la ampliación a España y Portugal"-, "salvo recurso a una nueva cumbre europea, cuya celebración aún no está decidida.

Los ministros de Agricultura de los países comunitarios celebraron una larga maratón negociadora y al final se votaron 69 reglamentos. La primera verdadera reforma limitativa de la política agrícola común (PAC) -tras 20 años de existencia- es, pues, una realidad, especialmente en el sector lácteo, donde se toman drásticas medidas para reducir los excedentes mediante un sistema de cuotas de producción. Los países que la sobrepasen serán penalizados. En cuanto al nivel de precios, en promedio bajan en términos reales en toda la CEE, con lo que los ocho millones de agricultores comunitarios tendrán que apretarse el cinturón.Los diez acordaron reducir el nivel de producción de leche la CEE de los 103 millones de toneladas en 1983 a 97,2 millones, más una reserva que permita cierta flexibilidad, a partir de 1985-86. El sistema de cuotas de producción de cinco años de duración se regirá sobre una base regional, ya sea directamente a nivel del productor o de la central lechera. El precio de la leche queda congelado. Para 1984-85, el nivel se sitúa en 98,5 millones de toneladas. Todos los países reducen su producción a un nivel ligeramente superior al de 1981. Italia -país deficitario en este sector- conserva su nivel de 1983. Irlanda, el gran escollo de esta larga negociación, logra aumentar en 245.000 toneladas su producción de 1983. Hay otras pequeñas excepciones para Ir landa del Norte y Luxemburgo.

Reducción de precios

El nivel de los precios expresados en monedas nacionales sube en promedio en la CEE en un 3,2%, lo cual no es suficiente para cubrir la tasa de inflación del 5,2% prevista. En la RFA, Reino Unido y Holanda, el conjunto de medidas llevará a una reducción absoluta de los precios del 0,6%. La decisión final ha producido una reducción de los precios más radical que la propuesta inicialmente por la Comisión Europea.También se llegó a un acuerdo sobre los montantes compensatorios monetarios (MCM) positivos. Éstos actúan como subvención a las exportaciones y tasa a las importaciones agrícolas para los países de moneda fuerte. Serán desmantelados en tres fases, por lo cual habrá que compensa a los agricultores alemanes y holandeses.

Los diez aprobaron la idea general de la Comisión Europea de introducir el sistema de techos de garantía, para evitar fomentar la producción de excedentes y frenar el aumento de los gastos de la PAC, que se llevan un 60% del presupuesto de la CEE. Se trata de limitar las cantidades por las que la CEE, con sus propios fondos, garantiza los precios por medio de un sistema de intervención. Pero esta es una decisión de principio que habrá que concretar. De inmediato, entre otras medidas, se prohíbe la plantación de nuevas vides hasta 1990, salvo algunas excepciones a fijar para los vinos de calidad. El precio en ECU (unidades de cuenta europea) del vino baja un 1%. Se introducen también nuevos techos de producción a precios garantizados para los cereales y las frutas y hortalizas, y se reducen algunas ayudas.

Es raro en la vida comunitaria que los precios sean fijados a tiempo. En efecto, hoy se abre la nueva campaña agrícola; 65 de los 69 reglamentos legales que forman este paquete fueron aprobados por unanimidad por las diversas delegaciones, habiendo retirado sus reservas puntuales. Sólo Grecia votó en los otros cuatro casos en contra de nuevos precios más bajos para las frutas y hortalizas. El recurso al voto -y no al veto- ha sido de nuevo un logro, en opinión de los observadores.

Se calcula que este paquete, destinado a ahorrar dinero, costará unos 800 millones de ECU (100.000 millones de pesetas) más de lo previsto en el presupuesto de este año. La reducción de la producción láctea es menor que la propuesta inicialmente por la Comisión Europea, y el sistema de desmantelamiento de los MCM es más costoso que el planteado por esta institución.

Pero el caso es que no hay fondos. Faltarán como unos 2.000 millones de ECU en total. La Comisión Europea tendrá que hacer propuestas concretas, quizá pidiendo adelantos a los Estados miembros, a cargo de los nuevos recursos financieros de la CEE, que entrarían en vigor en 1986. Pero de nuevo, para que la CEE dé este paso tiene que haber resuelto la cuestión del reembolso a Gran Bretaña de parte de su contribución al arca comunitaria. La atención se centra ahora sobre lo que ocurrirá el 9 de abril en Luxemburgo.

Del paquete original, Francia ha tenido que abandonar la tasa sobre las materias grasas. Pero ayer logró también que el Consejo de Agricultura diera un mandato a la Comisión Europea para negociar con Estados Unidos en el GATT la limitación de las importaciones en la CEE de sustitutos de cereales para alimentar al ganado, Esta era una vieja demanda francesa.