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Un muerto y decenas de detenidos en las primeras horas de la jornada de protesta contra el régimen de Pinochet

Un estudiante muerto, otros dos heridos y varias decenas de personas detenidas era ayer, apenas comenzada la jornada de protesta en Chile, el balance de los violentos enfrentamientos entre la policía y los manifestantes que exigían el retorno a la democracia y el fin del régimen del general Augusto Pinochet. Caupolicán Inoztroza Lamas, estudiante de 26 años de edad, falleció en la localidad de Concepción como consecuencia de un tiro en el pecho.

Testigos presenciales de la muerte del estudiante aseguraron que fue alcanzado por un disparo, a primera hora de la tarde, hora de Chile (madrugada en España), cuando participaba en una manifestación en la Universidad de Concepción, 500 kilómetros al sur de Santiago.Según esta última fuente, los disparos fueron hechos por civiles, aunque una versión anterior acusaba a miembros de la policía de uniforme.

En Santiago, otros dos estudiantes resultaron heridos de bala, uno de ellos en la cabeza, en enfrentamientos con las fuerzas del orden envarios puntos de la ciudad. Decenas de personas -20, según el Ministerio del Interior; 50, según otras fuentes- habían sido detenidas en la capital hasta primeras horas de la tarde. Un sacerdote de nacionalidad francesa fue detenido cuando intentó evitar que las fuerzas de seguridad ocu.paran la población (barrio) de la, Victoria, al sur de Santiago.

El régimen chileno, en el poder desde hace diez años y medio, hizo frente ayer a uno de sus días más díficiles. Un estricto toque de queda nocturno, censura de prensa, estado de emergencia, amenazas contra los principales dirigentes de la oposición y patrullas militares en las calles fueron las principales medidas adoptadas para hacer frente a la protesta nacionail, informa

Alejandro del Río.

Los carabineros, fuertemente armados, acompañados de perros adiestrados y apoyados por vehículos antidisturbios patrullaron desde primeras horas de la mañana las calles de las ciudades más importarites, al mismo tiempo que éstas eran sobrevoladas por helicópteros.En diversos barrios de la capital, los manifestarites levantaron barricadas para hacer frente a la policía que intervino con porras, gases lacrimógenos y bombas de agua. También se han registrado incidentes en Valparaiso; y en otras ciudades la jornada de protesta consistió fundamentalmente en el cierre de las escuelas y los comercios y la ausencia de transporte público.

La jornada de proiesta contra el régimen, la primera prevista para este año, después de las siete realizadas en 1983, se inició en Santiago de forma totalmente pacífica. En las primeras horas del día, al levantarse la prohibición de circular por la noche, patrullas militares y de policías uniformados recorrían la ciudad, cuyo aspecto se asemejaba más al de un paro parcial que a una protesta. Más de tres cuartos de la población escolar no acudió a las escuelas, en respuestas a las instrucciones dadas por los organizadores, de la protesta de no enviar los niños al colegio.

No más de un 30% de los medios de transporte circularon por la mañana y camiones municipales debieron salir a colaborar con los escasos vehículos de transporte ccilectivo en circulación. El comercio amaneció cerrado en parte y Ia mayoría de los locales cerró definitivamente pasado el mediodía.

Soldados para reprimir

Las principales manifestaciones de ayer se produjeron en el centro de Santiago, donde los intentos de mítines callejeros al mediodía se resolvieron con enfrentamientos reprimidos por policías con chorros de agua y detenciones. Se esperaba que la auténtica violencia hiciera su aparición en las últimas horas de la noche chilena (madrugada española), después de la entrada en vigor del toque de queda, a partir las 20.30 horas.El jefe militar de la capital en estado de emergencia, general René Vidal, no descartó una salida de los soldados a la calle para reprimir la protesta.

Rodolfo Seguel, presidente del Comando Nacional de Trabajadores, organismo que convocó la protesta, consideró la evolución de la jornada hasta el mediodía como "un éxito total" y dijo que el Gobierno debe reflexionar seriamente sobre las demandas masivas de democratización.

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