_
_
_
_
Tribuna:TRIBUNA LIBRE
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Estados Unidos y la limitación de armamentos

El día,30 del pasado mes de enero la Prensa soviética publicó un memorándum que refleja el enfoque negativo de la Administración de Estados Unidos hacia el problema de la limitación de los armamentos, citándose hechos concretos de violación e inobservancia de los compromisos vigentes. Tratados y convenios bilaterales e internacionales fueron torpedeados por esta peligrosa conducta.En los tres años de estancia en el poder, la Administración Reagan no ha concluido con la Unión Soviética ni un solo acuerdo sobre limitación de armamentos. Por el contrario, lo que hizo fue boicotear lo conseguido con anterioridad. Rechazó el tratado SALT-II y se negó a ratificar el tratado sobre pruebas subterráneas del arma nuclear (1974) y el tratado sobre explosiones nucleares con fines civiles (1976).

El SALT-II, por ejemplo, la Casa Blanca lo echó abajo por la mera razón de que este documento refrendaba la paridad aproximada en armamentos estratégicos entre la URSS y EE UU. De haberlo ratificado, a la Administración Reagan le sería mucho más difícil hablar a los cuatro vientos y en todas partes de la superioridad militar soviética, que, como es notorio, no existe. El tratado limitaría así las posibilidades de espolear la carrera armamentista y de atizar la histeria bélica.

11 casos de incumplimiento

Los estadounidenses suspendieron asimismo, unilateralmente, las negociaciones sobre la prohibición universal y completa de las pruebas del arma nuclear, sobre limitación de la actividad militar en el océano Indico, en torno a los sistemas antisatélite y toda una serie de otras negociaciones, comprendidas aquellas que fueron entabladas a iniciativa de los propios norteamericanos.

Estados Unidos no cumple, por lo menos en 11 casos concretos, los compromisos asumidos en la esfera de la limitación de armamentos. Infringiendo el tratado SALT-II, Estados Unidos efectúa el despliegue masivo de los misiles de crucero de largo alcance con bases en tierra y en mar, y de esta manera no cumple el compromiso de negociar con la Unión Soviética la limitación de tales armamentos. Se viola también el compromiso de no esquivar, de ninguna manera, el tratado SALT-II. Por ejemplo, habiendo comenzado a desplegar en Europa occidental los Pershing-2 y los misiles de crucero de alcance medio, EE UU rompe el equilibrio establecido de las fuerzas estratégicas, ya que dichos misiles norteamericanos, en lo que respecta a la URSS, son armas estratégicas.

La decisión, anunciada por el presidente Reagan, de crear un sistema de amplia envergadura de defensa antimisil, de ser realizada conduciría al torpedeamiento del tratado de defensa antimisil y en, general pondría en tela de juicio la propia posibilidad de lograr en el futuro acuerdos eficaces en la esfera de los armamentos estratégicos.

También respecto a otros tratados tuvieron lugar evidentes violaciones de los compromisos asumidos. En más de una ocasión EE UU sobrepasó los topes de potencia de las explosiones nucleares subterráneas, establecidos por el tratado de 1974. Estados Unidos no adoptó medidas necesarias para impedir la evacuación de residuos radiactivos fuera de su territorio nacional, lo que viola el tratado sobre prohibición de las pruebas del arma nuclear en la atmósfera, el espacio cósmico y bajo el agua (1963).

La Prensa norteamericana (The New York Times, The Washington Post) informa a veces sobre las pruebas secretas nucleares subterráneas de cargas de potencia reducida (de uno a 10 kilotones) que se efectúan en un polígono situado en el Estado de Nevada. El número de tales explosiones crece de año en año. Se realizan a fin de ensayar pequeños dispositivos nucleares de explosión para emplearlos en los láser de bombardeo nuclear, lo que se proyecta utilizar como arma antimisil desde el cosmos, así como para ojivas de carga múltiple. No se hacen notificaciones oficiales de tales explosiones.

El 15 de febrero pasado, en el poblado de Rainier-Mesa (Estado de Nevada), después de una explosión efectuada a 400 metros de profundidad se produjo un hundimiento. En la superficie terrestre se produjo un cráter grande, al que cayeron trabajadores del polígono experimental, 15 de los cuales ingresaron en el hospital, algunos en estado crítico. Durante la explosión los sismólogos norteamericanos registraron sacudidas parecidas a un terremoto de 4,5º según la escala Richter. La Prensa mundial señala que en ocasiones anteriores, durante explosiones análogas en Nevada, se formaron grietas en la corteza terrestre, a través de las cuales salieron a flor de tierra nubes radiactivas.

Recientemente se ha hecho público que EE UU utilizó sustancias tóxicas a escala masiva durante su agresión en Indochina. Fueron afectados más de dos millones de vietnamitas, así como más de 60.000 soldados norteamericanos, varias decenas de miles de australianos, canadienses, neozelandeses y personas de otras nacionalidades; fueron destruidos bosques tropicales en un área de 150.000 hectáreas, el 44% de los terrenos agrícolas y el 70% de los cocotales.

Estados Unidos agrava ahora su responsabilidad por ello saboteando el logro de un eficaz acuerdo sobre prohibición del arma química y sobre destrucción de sus existencias, y al mismo tiempo impulsa la producción de eficaces agentes químicos tóxicos de nueva generación (binarios).

es jefe de Estado Mayor de las fuerzas armadas de la URSS.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_