Carlos Rojas, premio Espejo de España, con 'Picasso, el mundo mítico y mágico'

Parecía como si, a lo largo de las votaciones -siete, en total-, los miembros del jurado del X Premio Espejo de España se hubieran ido desprendiendo, con dolor de su corazón, de las obras menos amadas.Así fueron cayendo una tras otra, hasta dar el triunfo a Picasso, el mundo mítico y mágico, presentada bajo el seullónimo José Victoriano González, quedando finalista Indalecio Prieto: Crónica de un corazón, de Alfonso Carlos Saiz Valdivieso. La primera escondía un nombre de prestigio, ligado a Planeta y a la colección que da su nombre al premio: Carlos Rojas, el ilustre historiador y escritor que en este momento ejerce como profesor en Atlanta (EE UU).

Casi todo el mundo daba por ganador a Valdivieso, que luego sería finalista, hasta que, poco antes de que los miembros del jurado se materializaran junto al micrófono, justo tras las peras Bella Elena y el café y licores que habían coronado el menú, el nombre de Carlos Rojas empezó a sonar insistentemente entre las mesas, filtrándose a través del humo de los habanos.Más tarde, cuando ya el jurado -Manuel Fraga Iribarne, teniente general Díez Alegría, Ramón Garriga Alemany, José Manuel Lara Hernández y Rafael Borrás Betriu- se encontraba instalado ante la mesa que servía de filtro entre los periodistas y las respuestas, alguien demasiado inquieto preguntó: "Pero, bueno, ¿acaso no se sabía de antemano que Carlos Rojas era el autor de Picasso?". Y el editor Lara, listísimo, replicó: "Naturalmente que yo lo sabía. Y, además, no ponga usted ese gesto de haber descubierto el mundo: cuando un autor se presenta bajo seudónimo, siempre conoce a algún miembro del jurado a quien le dice, 'oye, que ese libro lo he escrito yo."

"Crrrrrpsssp, brrrrummm", aproveché el señor Fraga para introducirse. "Les recordaré que, en cierta ocasión, Sherlock Holmes le dijo a Mr. Watson: 'Lleva usted calzoncillos largos de felpa', y Watson, asombrado, preguntó: '¿Cómo es posible que lo haya adivinado usted?'. 'Elemental, querido Watson, es que se ha olvidado usted de ponerse los pantalones'. Bueno, crrsssp, quiero decir que todo autor que se presenta bajo seudónimo se preocupa de dejar sus señas de identidad".

Dicho tado lo anterior, se empezó a hablar de la obra premiada con el X Premio Espejo de España, Picasso, el mundo mítico y mágico. Lara dijo que esta décima edición. del premio se caracteriza por la alta calidad de las obras presientadas. "De hecho, el jurado sólo ha empezado a tener aue discutir en la Denúltima votación. Y, además, antes de decidir definitivamente quién iba a ganar me han pedido que edite las tres obras clasificadas en último lugar, es decir, además de la ganadora y finalista, la titulada El Ejército español en la Segunda República, de Mariano Aguilar Olivencia. A cuya petición he accedido, naturalmente".

En opinión del jurado, en cuyo nombre habló Manuel Fraga Iribarne, Picasso, el mundo mítico y mágico, es una obra de características especiales, "que aporta datos nuevos acerca del pintor pero que, sobre todo, ha sido escrita de una forma muy personal por alguien tan brillante e importante como Carlos Rojas. Porque no hace falta decir cosas originales, saben ustedes, no es tan importante la originalidad como el estilo. Porque, ejem, yo he leído un interesante tratado de terrorismo y al mismo tiempo una novela espléndida de Graham Greene sobre el mismo tema y, brrrrm, excuso decirles que me he enterado mucho más con la novela de Greene. Es decir, que me parece lo de menos que aporte datos nuevos o no sobre Picasso, lo fundamental es cómo lo cuenta, no sé si me entienden".

La obra clasificada en segundo lugar, Indalecio Prieto: Crónica de un corazón, de Alfonso Carlos Saiz Valdivieso, es una detallada biografía del político socialista, con abundantes citas de sus escritos y discursos. Saiz Valdivieso es profesor de derecho político en la Universidad de Deusto, y relacionado con el mundo del periodismo. Tiene escrita una historia del periodismo en el País Vasco, y su padre fue gerente de El Liberal, de Bilbao.

Ni el ganador ni el finalista se encontraban anoche en el hotel madrileño en donde se falló el premio.