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CIENCIA

Un equipo interministerial ultima la elaboración de una ley para potenciar la investigación

El proyecto de ley de Fomento de la Investigación, también conocida como ley de la ciencia, se encuentra en la fase final de elaboración, afirmó ayer Emilio Muñoz, director general de Política Científica, al hacer un balance de la investigación científica durante el año 1983. Emilio Muñoz, a preguntas de los informadores sobre la escasa actividad oficial de desarrollo y reorganización de la investigación, alegó limitaciones presupuestarias, la necesidad de aclarar y asumir temas pendientes de la anterior Administración y la falta de una estructura normativa, problema éste que paliará la citada ley.

El director general de Política Científica, que remitió a una futura comunicación del ministro de Educación y Ciencia para mayores detalles sobre el contenido de la ley y los plazos para su presentación al Consejo de Ministros, explicó, sin embargo, que se trata de hacer una ley funcional en la que se pueda englobar un plan de actuación nacional con planteamientos fluidos. Subrayó que la ley de Reforma Universitaria supondrá un gran impulso para la investigación, y que en la ley de la ciencia se está realizando un gran esfuerzo para primar la actividad creadora, de forma que las incompatibilidades no hagan que esta actividad entre en conflicto con la docente.En cuanto a las becas de investigación, el director general justificó la reducción de su número para este año en base a los condicionamientos del presupuesto y su mayor dotación y duración, pero también señaló que se había alcanzado el número de becarios. considerado como ideal, tras el gran incremento delos últimos dos años. "La cifra ideal es de 2.500 becarios", afirmó, "lo que significa el 10% de capacidad de profesorado en nuestra Universidad, y en la actualidad se ha alcanzado la cifra de 2.676 becarios". Muñoz reconóció que el número de investigadores en España se encuentra muy por debajo del existente en los países de nuestro entorno, pero afirmó que no se puede formar a más investigadores, que luego no encontrarán trabajo, hasta que no se consiga revitalizar las posibilidades de investigacion.

La estructura de la investigación en España descansa actualmente en la Comisión Asesora de Investigación Científica y Técnica (CAICYT) -que no ha realizado convocatoria durante 1983 para proyectos de investigación-, el Centro de Desarrollo Técnico e Industrial -que acaba de reorganizarse y durante 1983 no ha utilizado grariparte de los fondos disponibles- y el Fondo de Investigaciones Sanitarias (FIS). En el Consejo Superior de Investigaciones Cie ntíficas (CSIC) se ha realizado, según Emilio Muñoz, una labor no espectacular, pero "seria y callada", centrada en la renovación del equipo directivo, la evaluación de resultados y un importante incremento del presupuesto, pero su reorganización, reconocida como necesaria, deberá esperar a la ley de la ciencia.

Año sabático

La CAICYT, por otra parte, acaba de ofrecer a los científicos españoles en el extranjero la posibilidad de trabajar durante su año sabático con grupos españoles, ofreciéndo un incentivo económico tanto para ellos como para el laboratorio donde vayan a dirigir trabajos. Otros países han realizado ofertas similares con un resultado positivo, y los responsables de la política científica piensan que este año puede conseguirse que de 20 a 30 científicos aprovechen esta oferta y comuniquen sus conocimientos a grupos españoles. Durante su primer año, el actual equipo de la Dirección General de Política Científica ha tenido que hacer un cálculo -de los gastos totales en investigación en España. Las cifras comprobadas señalan un total de 100.000 millones de pesetas invertidas en investigación en el sector público, las universidades, y las empresas públicas y privadas.

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