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El desarme europeo, en juego

Escepticismo soviético y falta de disposición a las concesiones

Pilar Bonet

El escepticismo y la falta de disposición a las concesiones son las notas dominantes de la postura soviética ante la Conferencia de Estocolmo sobre Desarme en Europa (CDE), que comienza mañana en la capital sueca, según se desprende de las declaraciones oficiales y los comentarios de Prensa de la semana pasada en Moscú.La Conferencia de Estocolmo, que "se inicia en dificiles condiciones internacionales", señalaba ayer el diario Sotsialisticheskaza Industriyal (periódico dependiente del Comité Central del PCUS), no puede sustituir a las negociaciones de Ginebra ni a otros foros de negociación sobre desarme. Sin embargo, agregaba el periódico, "algunos círculos occidentales" tratan de presentar el encuentro de Estocolmo "casi como una continuación del diálogo interrumpido en Ginebra", basándose en la participación de los ministros de Exteriores de 35 países.

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Las posibilidades de la Conferencia de Estocolmo dependerán en primer lugar de la disposición que muestren los países de la OTAN, especialmente los Estados de Europa occidental, a "apartarse de la política de enfrentamiento" con los países socialistas que les impone EE UU, señalaba Sotsialisticheskaza Industriyal.

Temas como la preparación de las elecciones a diputados del Soviet Supremo, que se celebrarán en marzo, o las reacciones internacionales a la reciente propuesta del Pacto de Varsovia sobre armas químicas acaparaban la atención de otros medios, incluido el órgano del Comité Central del PCUS, Pravda.

Las tesis soviéticas insisten en varios puntos:

- La instalación de los cohetes Pershing y de crucero en Europa occidental ha hecho imposible cualquier progreso en el diálogo sobre desarme entre el Este y Occidente, y además ha bloqueado los foros existentes.

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- EE UU había convertido las conversaciones de Ginebra en una pantalla para encubrir sus planes de instalar a toda costa las nuevas armas nucleares en Europa occidental.

- Reagan es el principal culpable de la tensión internacional y carece de credibilidad.

En estas condiciones, y según ha afirmado el líder soviético Yuri Andropov en un mensaje a un grupo pacifista francés, la continuación de las conversaciones de Ginebra equivaldría a la "complicidad en engañar a la opinión pública europea y mundial".

Pese a todas estas acusaciones, Andropov es partidario de no "desperdiciar ninguna oportunidad de volver a la vía de las negociaciones". Por otra parte, la URSS no está dispuesta a facilitar la reelección de Reagan, pero si el actual presidente gana pese a todo las elecciones del próximo noviembre, el planteamiento deberá amoldarse a esta circunstancia, con todo lo que ello implique, en opinión de un veterano observador occidental.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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