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El Gobierno de Nicaragua da por muerto al obispo Schlaefer, mientras un grupo antisandinista afirma que huye a Honduras

El obispo de la localidad nicaragüense de Bluefields, Salvador Schlaefer, de nacionalidad norteamericana, puede haber sido asesinado al oponer resistencia a los grupos antisandinistas que lo mantenían secuestrado desde el pasado martes. Esta versión, dada a conocer en un comunicado oficial del Gobierno, contrasta con el anuncio de un portavoz del grupo antisandinista Misurasata según el cual el prelado está vivo y, al frente de más de 2.000 personas que intentan refugiarse en Honduras, se dirige hacia este país, en medio del hostigamiento del Ejército y la Fuerza Aérea de Managua.

El propio comunicado sandinista afirma que el Ejército ha recibido instrucciones de dirigirse a la zona a fin de confirmar la información. En la nota, el Gobierno no cita sus fuentes, limitándose a apuntar que la muerte ocurrió a unos 12 kilómetros de Honduras, en el sector de Wisconsin, población cuyo nombre coincide con el Estado norteamericano en el que hace 65 años nació el obispo. Fuentes el Ministerio de Defensa añadieron, por su parte, que el vehículo en el que viajaba fue encontrado sin ocupantes en ese lugar.La escasez de datos verificables ha hecho que los obispos nicaragüenses reaccionen con cierta cautela ante la versión oficial. A las diez de la mañana de ayer se reunieron en sesión urgente para evaluar los acontecimientos. El presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, Pablo Antonio Vega, rehusó comentar el hecho, al que calificó de "muy serio y delicado".

El arzobispo de Managua, Miguel Obando, manifestó, por su parte, que la Iglesia tiene sanciones muy severas para quienes matan a un obispo, siempre que esa muerte tenga origen en un acto voluntario. Una fuente de la curia arzobispal expresó serias reservas ante la información del Gobierno. Dijo que SchIaefer es inteligente y sabe el riesgo que corre si se resiste a sus captores.

El hecho de que 14 misquitos que vivían en el poblado Francia Sirpe lograran huir, permitirá obtener algunos datos adicionales sobre la forma en que se produjo el ataque y el presunto secuestro masivo. Medios nicaragüenses han expresado cierta extrañeza ante el hecho de que este poblado estuviera habitado, ya que fue una de las comunidades desplazadas hacia el interior debido a su proximidad al escenario bélico.

Francia Sirpe se encuentra a unos 30 kilómetros en línea recta de la frontera hondureña, en una zona selvática de muy difícil acceso. Desde hace meses, esa comarca ha sido objeto de constantes incursiones por parte de grupos antisandinistas, que, según fuentes militares de la costa atlántica, son aprovisionados de alimentos y armas por aviones y helicópteros procedentes del espacio aéreo de Honduras.

La versión del Misurasata -organización armada que, bajo el liderazgo de Steadman Fagoth, agrupa a los indígenas de la costa atlántica que combaten contra el Gobierno-, de que el obispo se habría puesto voluntariamente al frente de una. comunidad que huye al país vecino, entraría en contradicción con la trayectoria personal de Schlafer.

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En medios sandinistas está considerado como un hombre moderado, partidario de mantener abierto el diálogo con el Gobierno. En varias ocasiones, participó en actos oficiales, como en el cierre de las sesiones legislativas del Consejo de Estado en diciembre de 1981.

A comienzos del presente mes, se desplazó a Managua para estar presente en la liberación de 300 misquitos a los que se aplicó el indulto del Gobierno. Entre estos indígenas, ha discurrido prácticamente toda su vida pastoral desde que llegó a Nicaragua en 1947, primero como sacerdote y luego como obispo.

Dada la enorme extensión de su diócesis (más de la mitad del territorio nicaragüense), a mediados del presente año decidió instalarse de forma permanente en Puerto Cabezas, probablemente la zona más conflictiva del país, aunque la sede oficial se encuentra en Bluefields, población más alejada de la guerra.

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