¿Obra auténtica o restaurada?

La posibilidad de que más del 40 % del mosaico sustraído el pasado miércoles en Itálica estuviera compuesto por materia plástica procedente de diversas restauraciones fue rechazada de plano ayer por el director de Patrimonio de la Junta, por el gerente y el conservador de Itálica y por la especialista que intervino en las últimas tareas de restauración efectuadas en los yacimientos arqueológicos de la ciudad romana, destinadas a salvar un desfase de alturas entre dos zonas del mosaico, que habían dado lugar a la formación de una grieta.El mosaico apareció entonces en un estado de conservación casi perfecto, circunstancia que es posible comprobar en la foto que aparece en la lámina XXI de la obra "Excavaciones en Itálica, campañas de 1925 a 1932". La obra, que fue editada por la Junta Superior del Tesoro Artístico, está escrita por el entonces director de las excavaciones, Andrés Parladé, conde de Aguiar, y fue impresa en el año 1934. En esta obra se reproduce una foto del mosaico ahora robado, que apareció en un estado, de conservación casi perfecto.

La posibilidad de que los años transcurridos desde entonces lo hayan deteriorado hasta tal punto, fue descartada ayer por el director del patrimonio de la Junta de Andalucía, el gerente de Itálica, el conservador y por Fátima Martínez, restauradora, que trabaja al servicio del museo Arqueolóquegico de Sevilla y que es la última experta que ha trabajado sobre el mosaico, hace ya unos cinco años.

"Ni yo he utilizado nunca plástico", ha declarado a este periódico Fátima Martínez, "ni se ha utilizado con anterioridad. Un experto se daría cuenta de ello inmediatamente". Fátima Martínez considera que el mosaico sustraído podría tener entre un 1 % y un 3 % de teseras no originales, o todo lo más un 5 %. José Luis de Mesa, restaurador de Itálica desde el año 56, no pudo ser localizado ayer por este periódico.

El mosaico en cuestión tiene, en su parte central, que es precisamente la sustraída, un círculo de unos 60 centímetros de diámetro, rodeado de dos cenefas. Su motivo es una cabeza que, según algunas opiniones, representaría a Baco, y según otras versiones, que relacionan el dibujo con otros similares aparecidos en la ciudad de Antioquía, a Tellus, diosa romana que representa una invocación de la Primavera y de la fertilidad de la tierra. La valoración en 300.000 pesetas de lo sustraído fue calificada de "disparatada" por el director de Patrimonio de la Junta.