La oposición chilena hizo ayer un ensayo de huelga general
En medio de un creciente clima de unidad y de recuperación de la iniciativa, todos los sectores de la oposición al régimen del general Pinochet realizaron ayer una paralización general de actividades de 10 minutos en todo el país, en un ensayo de lo que podría ser la primera huelga general contra el régimen en 10 años.La paralización de actividades se llevó a cabo a mediodía y coincidió con una marcha que centenares de dirigentes sindicales, encabezados por Rodolfo Seguel y Manuel Bustos, realizaron por el centro de la capital hasta el Palacio de la Moneda, donde entregaron un memorándum en el que exigían mejoras económicas y el respeto de los derechos humanos, sindicales y políticos del pueblo chileno.
La marcha y la paralización de actividades, junto con asambleas en centros laborales y universitarios, fueron las primeras acciones realizadas durante la séptima jornada de protesta pacífica contra el régimen, que debía culminar anoche con un concierto de cacerolas, cortes de luz y manifestaciones.
El Gobierno, mientras tanto, promulgó ayer mismo una ley que facilitará la expulsión del país o la encarcelación de quienes convoquen protestas o actos de repulsa contra el régimen. Tanto Seguel como Bustos, organizadores de esta protesta, restaron importancia a esta medida diciendo que "el Gobierno debe saber que con leyes o decretos no se puede paralizar una gigantesca movilización. como la que se vive en Chile". Al mediodía de ayer, a la misma hora de la huelga, el intendente (gobernador) de Santiago y jefe de las fuerzas. militares de la zona, general Roberto Guillard, amenazó con volver a sacar soldados a las Palles y decretar el estado de sitio si la policía "se ve enfrentada a una escalada de violencia superior a sus fuerzas".
La jornada de protesta, la segunda del mes, fue convocada por dirigentes sindicales y apoyada por toda la oposición política
