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Jornadas de Robótica y Fabricación Flexible en Madrid

La automatización de la industria del por medio de robots, a punto de llegar a España

La automatización de la industria por medio de los robots y de los procesos de fabricación flexible -adecuación de los métodos de producción a las necesidades del mercado- se presentan como la última revolución industrial. Ahora empiezan a implantarse en España. "Incorporar estas técnicas y procesos no es cuestión de elección, es la única alternativa posible para que las industrias españolas no pierdan competitividad", afirma Manuel Alique, presidente del comité organizador de las Jornadas de Robótica y Fabricación Flexible, que comienzan mañana martes en Madrid.

Un robot es un sistema mecánico en el que cada articulación va movida por un servomotor, que a su vez es controlado por un programa de ordenador. Más complicada es la definición de los sistemas integrados de fabricación flexible, otro de los objetivos de las Jornadas de Robótica y Fabricación ¡Flexible, organizadas por el Instituto de Automática Industrial y el Instituto de Cibernética, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).El verdadero robot tiene gran manejabilidad, puesto que las órdenes que le llegan dependen de la programación, del software, y este software puede variarse cuando hace falta. También existen otros ingenios llamados telemanipuladores, o pick and play, que no son propiamente robots, porque son menos completos. "Cuando se habla de que en Japón existen 100.000 robots es falso", precisa Manuel Alíque, director del,Insituto de Automática Industrial, "puesto que verdaderos robots no habrá más de 15.000. Los demás son máquinas sofisticadas que no llegan a tener esta categoría".

En cuanto a los sistemas de fabricación flexible, se trata de optimizar todos los aspectos de la producción industrial -materiales, costes, servicios, energía, salarios- mediante la utilización de métodos de producción que se adapten a las necesidades del mercado en cada momento. En estos sistemas- ensayado ya con éxito en la industria del automóvil, me canización de piezas, relojería, etcétera,- se conjugan la robótica el control numérico de máquinas herramientas, el diseño automático, la gestión informatizada... todo ello basado en la microelectrónica y la informática.

Falta de competitividad

"Si perdemos este tren", afirma Alique, "la falta de competitividad de nuestros productos llevará al cierre de muchas empresas. Aunque es cierto que los robots pueden llevar a la eliminación de tareas rutinarias, estos puestos de trabajo pueden recuperarse, en gran medida con su fabricación. Lo que no podemos hacer es perder puestos de trabajo por importar robots, que proporcionan empleo en otros países". Los países más desarrollados en este campo son Japón y Estados Unidos.

En robótica, como en informática, se producen nuevas generaciones. La primera, que es la que empieza a utilizarse actualmente, tiene su principal uso en tareas de pintura, soldadura y traslado de cargas, y se investiga su empleo en tareas de ensamblaje. En la segun da generación, que todavía no ha salido de los laboratorios, los robots irán dotados de elementos sensoriales, como visión o audi ción, aunque estos atributos no tienen por qué ser copia de los humanos. Puede ser interesante, por ejemplo, para una determinada industria, que tengan visión en el segmento de infrarrojos del espectro luminoso, o que sean sensibles a los ultrasonidos.

Es posible que los, primeros robots con elementos sensoriales es tén en el mercado en 1985. Entonces, los robots podrán dejar de ser máquinas fijas, y pasarán a poder moverse de un puesto de trabajo a otro, sorteando obstáculos imprevistos y seleccionando materiales para llevar a cabo su tarea.

En España, según una de las ponencias que van a presentarse en las jornadas, funcionan en la actualidad 300 robots, pero se prevé que la demanda aumente en los próximos cinco años, hasta llegar a los 1.500. En la factoría que General Motors ha montado en Zaragoza para la fabricación de automóviles, se instalará próximamente un número elevado de robots, pero importados.

Una empresa sueca ha empezado a fabricar robots en España, y es posible que sigá el ejemplo una gran empresa de automoción. Aparte de esto, existe un proyecto de investigación conjunto entre el CSIC y el Instituto Nacional de Industria (INI) para el desarrollo de un robot industrial español.

"Según un informe norteamericano, un robot bien imbricado en un sistema de producción tiene un valor añadido de 30.000 dólares (4,5 millones de pesetas), y su proceso de fabricación equivale a dos puestos de trabajo", recuerda Alique.

Las Jornadas de Robótica y Fabricación Flexible, que tendrán lugar en la sede central del CSIC, pretenden enfocarse, desde un punto de vista pragmático y realista, y se plantean como un encuentro entre investigadores, técnicos e industriales. Se debatirán los aspectos económicos y sociales, considerados esenciales, y el desarrollo futuro de la robótica. Intervendrán expertos de países que pueden considerarse similares a España, como Italia y Bulgaria.

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