Dimite el equipo directivo del certamen internacional de cine de Valladolid

Los miembros del comité de dirección de la Semana Internacional de Cine de Valladolid, que se encargan desde hace seis años de la organización del certamen, presentaron ayer su dimisión en el curso de un almuerzo celebrado con los periodistas acreditados en el festival. En realidad se trata de un trámite, ya que la estructura jurídica y financiera de la SEMINCI va a cambiar al pasar las competencias cinematográficas a la Junta de Castilla y León.

El Ministerio de Cultura ya no aportará la subvención que venía destinando anualmente al certamen (este año son siete millones) y tendrán que ser las instituciones locales, provinciales y autonómicas quienes se encarguen de dar cobertura jurídica y financiera al certamen. Los cinco miembros del comité de dirección han puesto por tanto sus cargos a disposición de quienes a partir de ahora dirigirán los destinos del certamen.En cuanto al festival, Reincidentes, del húngaro Zsolt Kesdi Kovacs. y La misión una coproducción irano- alemana-estadounidense, dirigida por el persa Parviz Sayyad, son las dos películas presentadas a concurso que mejor acogida han tenido en la Semana Internacional de Cine de Valladolid. La primera de estas películas sorprendió por la sensibilidad, fuerza dramática y agilidad narrativa con que trata el espinoso tema de las relaciones incestuosas entre dos hermanos que no se conocían hasta que no surge el amor entre ellos. La segunda, del más puro corte occidental, aunque su director es iraní, es un filme que narra el progresivo cambio de actitud de un revolucionario islámico que viaja a Nueva York para asesinar a un político y, posteriormente, a un antiguo coronel de la Savak persa. La película parte de un planteamiento casi político o de acción para derivar hacia el estudio intimista del encargado de ejecutar la misión, un fanático seguidor de Jomeini, que se va dejando ganar por la personalidad de su víctima, hasta autoconvencerse de que es tan negativo cumplir ciegamente las órdenes recibidas ahora comolo era antes, en, la época del Sha. Los primeros aplausos de la Seminci sonaron para esta obra, bien construida técnica mente y capaz de acaparar la atención del espectador desdeel primero al último momento.

El cine húngaro volvió a sorprender en el festival con un tema poco habitual en la filmografía de los países del Este. El año pasado llamó la atención una película, que mereció una mención especial del jurado, sobre las relaciones homosexuales entre dos mujeres, una de las cuales ve frenado su ascenso dentro del partido por esta condición y por su negativa a aceptar la corrupción en una cooperativa estatal.

Relaciones incestuosas

Las relaciones incestuosas entre dos hermanos de madre están contadas con una sensibilidad exquisita y con un impresionante sentido cinematográfico. Jamás se cae ni en la sensiblería ni en el folletín. Kovacs va desarrollando la historia con un planteamiento tan desgarrado como poético y con una cuidada puesta en escena. Los dos hermanos se enfrentan a un entorno hostil, que encabeza su propia madre y que, en algún momento, parece entenderles, pero que antepone los prejuicios sociales a la comprensión, con la sola fuerza de su pasión y del cambio que para sus vidas supone el encuentro entre ambos.

Reincidentes y La misión se perfilan como candidatos a la Espiga de Oro, aunque el festival no ha hecho sino pasar el ecuador y son bastantes aún las películas a concurso que no han sido proyectadas. Igualmente se esperan con expectación los dos filmes españoles a concurso: Españolito que vienes al mundo, de Fernando Guzmán, que se proyectó anoche, y Alcamiz, de José María Puigcervera, que se proyectará hoy.

Otra de las películas españolas, Delirium, producida por el colectivo El Regalo y dirigida por Raúl García, Luis Albors, Antonio Navarra y Javier Reyes, fracasó estrepitosamente.