Un 'sol negro' hace vibrar el sistema solar cada 160 minutos

El Sol, y quizá también la Tierra, vibran bajo el efecto de ondas gravitacionales emitidas por Geminga, un objeto celeste no visible que tiene algunas de las características de un agujero negro y se encuentra a menos de 300 años luz del Sol. Algunos científicos ya lo han bautizado como sol negro. Este descubrimiento de las pulsaciones periódicas del Sol en conjunción con las ondas gravitacionales de Geminga, que afectan también a la Tierra, constituye una prueba directa de su realidad, predicha por la teoría de la relatividad generalizada de Einstein. Anunciado el pasado martes en París por el Centro Nacional de Investigación Científica francés, este descubrimiento es obra de tres equipos de investigadores (uno, francés; otro, británico, y un tercero, italiano).

Desde hace 10 años, los especialistas en el Sol han demostrado la existencia de estas pulsaciones, y especialmente de una, de mayor, regularidad que las demás, que se produce cada 160 minutos. Por su parte, los astrónomos, al estudiar los rayos X y gamma, encontraron un objeto celeste muy activo situado entre cinco y 300 años luz de distancia del Sol.

En dialecto

Gracias a las observaciones con el gran telescopio conjunto de Francia, Canadá y Hawai situado en Mauna Kea (Hawai), este objeto ha podido ser identificado recientemente como una estrella colapsada (que podría ser una estrella neutrónica camino de convertirse en agujero negro). El investigador italiano Giovanni Bignami la ha denominado Geminga por su situación junto a la constelación de los Gemelos, y porque, en dialecto milanés, geminga quiere decir que no se puede ver, que no existe.El investigador británico George Isaak avanzó, por su parte, la idea de que el conjunto del sistema solar podría estar inmerso en un campo de ondas gravitacionales de 160 minutos de período procedentes de otro sistema estelar. Al estudiar durante largos períodos los datos recibidos durante siete años por el satélite europeo Cos-B, puesto en órbita el 9 de agosto de 1975, se encontró un período semejante al del Sol en la emisión de Geminga, con una diferencia de sólo 1/100.000.

El anuncio de este descubrimiento por el organismo francés ha coincidido con una comunicación científica presentada por Philippe Delache, del Instituto Nacional de Astronomía y Geofísica de Niza, en el curso de la reunión de los investigadores que participan en los programas científicos de la Agencia Espacial Europea, que empezó el pasado lunes en la ciudad italiana de Frascati.

Al ser satélite del Sol, es seguro que la Tierra esté igualmente bajo el efecto de estas ondas gravitacionales de Geminga. De hecho, vibra como el Sol, como demuestra la periodicidad de los microseísmos demostrada por Valery Kotov, del observatorio de Crimea, y por Eduardo Amaldi, de Italia.

Gracias al satélite europeo Exosat, puesto en órbita el 26 de mayo pasado, y a otras observaciones hechas por el telescopio de Mauna Kea, los astrónomos y astrofísicos esperan conocer próximamente con más seguridad la naturaleza exacta de Geminga, el sol negro.