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Violentos incidentes en Santiago al disolver los carabineros una concentración contra la dictadura del general Pinochet

Más de 50.000 personas dieron un multitudinario y fervoroso marco a la mayor concentración opositora en los últimos diez años realizada en la Alameda de Santiago de Chile, al iniciarse el martes la sexta jornada de protesta contra el régimen del general Augusto Pinochet.

La concentración, cuyo lugar fue decidido a última hora, tras difíciles negociaciones entre distintos grupos opositores y el Gobierno, fue calificada como un éxito por sus organizadores. El acto se prolongó durante casi tres horas y fue disuelto al anochecer por la fuerza pública, generándose violentos incidentes.Al finalizar la concentración la multitud comienzó a dispersarse, coreando cánticos en favor de la democracia y la libertad. En ese momento carabineros cargaron contra los manifestantes con gases lacrimógenos camiones cisterna y porras anti-motines. También se utilizaron balines de goma y perdigones, ya profusamente empleados en la represión de anteriores actos de protesta.

Incidentes posteriores deja ron numerosos heridos, al menos tres de ellos de gravedad, quienes recibieron impactos de bala mientras participaban en demostraciones masivas en barrios populares. El número de detenidos no llegó a los 50, ya que los carabineros emplearon la fórmula de golpear primero a los manifestantes y dejarles irse después.

Concentraciones masivas se registraron también en otra ciudades del País como Valparaíso, Antofagasta, Concepción, Temuco, Valdivia, Puerto Montt y Punta Arenas.

La jornada de protesta que comenzó el martes se prolongará hasta hoy, jueves, y consistirá, como en ocasiones anteriores, en el rítmico golpear de cacerolas a las ocho de la tarde, no hacer compras, no enviar los niños al colegio y manifestar el descontento en las poblaciones y fábricas mediante marchas y concentraciones locales.

A diferencia de los meses precedentes, la centrista Alianza Democrática no se sumó al llamamiento de la protesta, pero reconoció el derecho del pueblo a manifestar su descontento. Esta nueva protesta fue convocada por el Movimiento Democrático Popular (MDP), una coalición que reúne al partido socialista, al comunista y a otros grupos de izquierda, todos proscritos por el régimen. A ella se sumó una multitud de organizaciones de base que agrupan a trabajadores, estudiantes, pobladores, mujeres e instituciones de defensa de los derechos humanos.

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