Plantean en Liber-83 una propuesta de coedición con editores latinoamericanos para revitalizar el mercado

La propuesta de coedición con todos los creadores y editores de los países integrantes del mercado de habla hispana se plantea como la solución mas idónea para el mantenimiento y revitalización de este mercado. Esta fue la propuesta formulada ayer en Liber 83 por Ricardo Martí, de la editorial Salvat, durante una mesa redonda en la que se debatieron las perspectivas de difusión en el área latinoamericana.La sugerencia de Martí traería como contrapartida mayores tiradas, que garantizaran el abaratamiento de los libros y mejoras en la distribución. Esta llamada de colaboración se ampliaría a profesionales como fotógrafos, dibujantes, escritores e ilustradores. La tecnología la aportarían aquellos países o editores más avanzados. Otra ventaja de este sistema consistiría en que las producciones serían válidas para el área hispana. Antes de esta propuesta, Isaac Klasse, de la Cámara Argentina del Libro, adelantó algunos datos de la encuesta que desde hace un año prepara el Grupo Interamericano de Editores que dan idea de la caída progresiva del sector. En los mercados americanos más importantes, como podrían ser Argentina, México o Venezuela, la devaluación, la inflación y los aranceles cobrados en forma de impuestos sobre la importación son las causas primeras de la crisis editorial del área. El representante argentino señaló como problemas añadidos el hecho de que en todos los países de habla hispana se practica la piratería editorial y la reproducción ilegal por medio de fotocopiadoras. Como ejemplo ilustrativo de este último problema citó el caso de la República Dominicana, donde una propuesta de ley en la que se recogían como delitos la piratería y la reprografía no salió adelante por el voto en contra de numerosos diputados. Finalmente, Isaac Klasse adelantó otro dato de la encuesta: para 300 millones de hispanohablantes, solamente hay 8.000 bibliotecas, muchas de ellas infradotadas.

José Manuel Gómez, portavoz del grupo editorial GSR, resumió las necesidades que tiene el mercado del libro español: defensa de la libre circulación del libro en toda el área idiomática española, potenciar el libro en todos los convenios culturales, conseguir el abaratamiento de las tarifas de transporte y publicidad, saneamiento de los libros almacenados, renovación de librerías, facilitar créditos a los compradores y realizar el sistema de pagos mediante trueque.

Miguel Mangada, de la editorial Paraninfo, habló de los problemas añadidos con los que se encontrarán los editores españoles cuando España se integre en la Comunidad Económica Europea: desaparición de la desgravación fiscal y de los créditos a la exportación. "La desgravación", dijo, "supone recuperar una serie de gravámenes de impuestos ya satisfechos anteriormente por los editores". Respecto a los créditos, que anteriormente permitieron la expansión editorial en América Latina, se deben crear otras fórmulas que garanticen los beneficios de los anteriores préstamos.

Andrés Carbone, de la Cámara del Libro de Perú, recriminó a los editores españoles la introducción en los mercados latinoamericanos sin hacer estudios previos de mercado. "No se analiza lo que ocurre en el interior de cada país. Se exporta con las informaciones previas que han facilitado los bancos, y esa información puede servir para el mercado interno español, pero no para nuestra área".