Leo A. Kaprio: "En Europa, la prolongación de la vida no es la prioridad más importante"

El finlandés Leo A. Kaprio, doctor en salud pública y director general de la región europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1966, asistió la semana pasada en Madrid a la 33º reunión del comité europeo, en el que se estudiaron las acciones de la organización para los próximos años. El director general, que se mostró muy satisfecho por el desarrollo de las sesiones y su organización, afirmó estar convencido de la necesidad de hacer realidad el lema del informe de estrategia, discutido durante la reunión, y que prevé la salud para todos en dado 2000.

Entre los tres objetivos generales de la estrategia de la OMS europea de aquí al año 2000 -prolongación de la vida, mejora de la salud y seguridad de una vida agradable-, Kaprio no quiere establecer prioridades. Todos le parecen igual de importantes, aunque reconoce que, "más que establecer prioridades, se trata de ser realistas. Quizá sea más fácil, para empezar, hacer algo para prolongar la vida; pero está claro que hay que hacerlo de tal manera que esa vida sea de mejor calidad, porque estamos creando muchos problemas de invalidez".La tercera propuesta de la estrategia, que intenta asegurar una vida agradable, como aspecto fundamental de la salud, dando mayores alicientes a la vejez y a la vida de los inválidos, es la que más le satisface al doctor Kaprio, "porque es la más novedosa".

"Hay que conseguir", afirma el director general, "que cada individuo desarrolle sus potencialidades intelectuales como forma de enriquecer al grupo. Por ello pensamos que en Europa la prioridad no está en prolongar la vida; es la zona donde hay más ancianos, que, pese a vivir en democracia, no pueden participar en la vida de la comunidad porque su salud no se lo permite"

Algunos de los objetivos del informe de estrategia, agrupados bajo el epígrafe de prolegómenos para la salud, se refieren a la paz, justicia social, alimentación, educación, vivienda y trabajo. Todos ellos parecen no ser competencia directa de la OMS y sí de otros organismos de la ONU. Kaprio asegura que inciden de forma importante en la salud del hombre, por lo que la organización que él preside trabaja en estrecha colaboración con los demás organismos internacionales.

Las diferencias económicas y sociales entre los 33 países de la región europea de la OMS, y en las distintas regiones de cada Estado, son evidentes y no se puede hablar, según el doctor Kaprio, de hambre, pero sí de problemas de nutrición. "Particularmente en nuestros países en vías de desarrollo, Marruecos, Argelia y Turquía, donde sí es muy necesaria la coordinación entre diferentes organismos. En Europa, el problema es de distribución y de calidad de los alimentos. En algunas zonas de nuestra región, la tercera o la cuarta parte de la población se alimenta con productos prefabricados, en conserva o congelados. La vigilancia de la calidad de los mismos y de sus condiciones de conservación es tarea que nos preocupa por su importancia para la salud".

No es utopía

Durante las discusiones de la 33ª sesión, las delegaciones de numerosos países lamentaron la falta de prioridades entre los 82 objetivos y la gran utopía de los mismos. Estas críticas irritan al director general de la organización, para quien "no son utópicos, porque la mayoría de estos objetivos son ya una realidad en Suecia, Noruega, Finlandia, Suiza y en algún otro país del norte de la región". Después de esta afirmación se niega a reconocer que sean utópicos para los países del Sur y menos para España.El nuevo Estado español de las autonomías, con transferencias en materia de sanidad, le parece prometedor porque puede hacer que "se desarrollen más activamente los programas, y que se cree una sana rivalidad para ofrecer cada una mejores servicios".

El doctor Kaprio se muestra convencido de que el futuro está en el "desarrollo del sistema sanitario a nivel familiar y local más que en la evolución tecnológica y farmacéutica". Le preocupa dar la impresión de que rechaza los avances tecnológicos, que considera necesarios, siempre que se apliquen de forma adecuada. "Sería de una gran ayuda que los ordenadores y la nueva tecnología llegaran a los hogares con una aplicación sanitaria, por ejemplo, para los minusválidos".