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Yvette Roudy: "Es útil para la mujer contar con un organismo que tenga poder y dinero"

Rosa Rivas

Yvette Roudy, titular del ministerio francés de los Derechos de la Mujer, ha estado estos días en Madrid, invitada por el ministro de Cultura, Javier Solana, para intercambiar ideas con el equipo del Instituto de la Mujer, dirigido por Carlota Bustelo. Este ministerio, nacido en 1981 con el apoyo entusiasta de Miterrand, que le ha dotado de un presupuesto de 110 millones de francos (unos 2.000 millones de pesetas), es, para Roudy, un logro del movimiento feminista y "desaparecerá cuando las necesidades de las mujeres estén cubiertas".

La ministra francesa de los Derechos de la Mujer ha mantenido varias reuniones de trabajo con el ministro de Justicia, Fernando Ledesma, y con el equipo del Ministerio de Cultura que pondrá en marcha el Instituto de la Mujer, con Carlota Bustelo al frente, y ha pronunciado una conferencia para el público interesado en conocer la naturaleza y las acciones de su departamento. Éste mantendrá contactos regulares con el español, pero no con afanes modélicos, "se puede cooperar en proyectos, pero no importar o exportar modelos organizativos".Desde 1974 existe una acción del Gobierno francés para solucionar los problemas de las mujeres, pero a Yvette Roudy, de 54 años feminista y socialista, miembro activo del Parlamento Europeo, le parecen estrechos los moldes de la anterior creación gubernamental para los asuntos de la mujer, el Ministerio de la Condición Femenina y la Familia. "No rechazo la importancia de la mujer en la familia, pero el papel social de la mujer es demasiado grande (cultura, economía, política interior y exterior ... ) como para limitarlo al ámbito familiar".

En cualquier caso, la ministra considera que "es un hecho histórico, un logro del movimiento feminista" la participación de las mujeres en las instituciones gubernamentales, y compara la trayectoria de este movimiento con el obrero de la clandestinidad y la represión a las esferas de gobierno. "Es muy importante contar con un organismo que tenga poder y dinero", dice Yvette Roudy, advirtiendo la inoperancia de las instituciones decorativas. Cree firmemente que en la utilidad de un ministerio, pues "ya desaparecerá cuando las necesidades de las mujeres estén cubiertas y los demás ministerios trabajen en el tema".

Antisexismo polémico

El 60% del presupuesto de este ministerio francés lo absorben las subvenciones a las organizaciones feministas y también destina una parte importante de los recursos a la creación de centros de información y planificación familiar. Por otra parte, tiene su propio centro de documentación, del que sale mensualmente el boletín Ciudadanas de pleno derecho y que ha editado una Guía de las mujeres solas, para "las que su geografía está fuera del matrimonio".La sociedad francesa, según Yvette Roudy, es todavía una "sociedad de desigualdades". El sexismo empieza en las escuelas y uno de los trabajos del equipo de la ministra es propiciar la desaparición de textos y actitudes discriminatorias hacia la mujer. Sin embargo, la política antisexista del ministerio está materializada en un proyecto de ley, presentado el 9 de marzo pasado, para la defensa de la imagen pública de la mujer y el combate de los tratamientos degradantes.

Según el texto de la ley, las organizaciones defensoras de la mujer podrán denunciar en los tribunales, como parte civil, los hechos de sexismo. El proyecto será discutido en el parlamento antes, de final de año y aún está envuelto en los aires polémicos que rodearon su aparición. Algunos, especialmente los publicitarios, siguen viendo indicios de "cruzada moral". La ministra mantiene lo que dijo en su día: "Si hemos hecho una ley antiracista, ¿por qué no podemos hacer una ley antisexista?".

Al margen de esta ley, el rechazo al sexismo del Ministerio de los Derechos de la Mujer ha generado, en un corto espacio de tiempo, unas disposiciones legales para erradicar desigualdades en el mundo laboral. Una de las cuestiones abordadas ha sido la situación de las mujeres de artesanos y comerciantes que trabajan en el negocio familiar y otra, la diferencia de posición de hombres y mujeres dentro de los organismos públicos. Según la ministra, los sindicatos han recibido muy bien estas iniciativas, cuyo cumplimiento será seguido por un consejo superior de próxima creación.

Otra actuación ministerial bien recibida ha sido la reforma de la ley del aborto, por la que se reembolsa el dinero empleado a las mujeres con pocos medios económicos. "El tema del aborto preocupa a la mujer francesa, pero no es un tema candente como puede serlo ahora en la sociedad española. La acción actual del movimiento feminista se dirige hacia una igualdad profesional y un cambio profundo en la sociedad", dice la ministra.

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Sobre la firma

Rosa Rivas
Periodista vinculada a EL PAÍS desde 1981. Premio Nacional de Gastronomía 2010. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense. Master en Periodismo Audiovisual por Boston University gracias a una Beca Fulbright. Autora del libro 'Felicidad. Carme Ruscalleda'. Ha colaborado con RTVE, Canal +, CBS Boston y FoolMagazine.

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