La distensión prevalece en la Conferencia de Madrid al abandonar Malta su actitud obstruccionista
La Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) alcanzó anoche su objetivo primordial, el acuerdo de sus 35 miembros sobre la distensión en Europa, tras una laboriosa claudicación del Estado de Malta en su insistencia de que se convocase una conferencia sobre la seguridad en el Mediterráneo. Los ministros de Asuntos Exteriores de los Estados presentes en la Conferencia de Madrid (Estados Unidos, Canadá y todos los europeos, a excepción de Albania) pondrán así fin en la capital española a la reunión iniciada hace casi tres años, continuación de la celebrada en Helsinki en 1975. Ayer se contemplaba la posibilidad de que el Rey de España presida una de las sesiones finales de la conferencia.
ANTONIO CAÑO, Madrid
FÁBREGUES
El diálogo se ve enturbiado, no obstante, por el reciente derribo de un avión civil surcoreano, con 269 pasajeros, por cazas soviéticos, incidente que ha provocado una tormenta diplomática de consecuencias aún imprevisibles.El presidente norteamericano Ronald Reagan, ha dado instrucciones precisas a su secretario de Estado, George Shultz, para que en su encuentro de mañana con Andrei Gromiko (en la sede de la Embajada de EE UU) le haga patente la voluntad de la Casa Blanca de obligar a la URSS a "revelar los hechos" y dar seguridades de que jamás volverá a producirse un suceso de estas características Asimismo, Reagan desea que de Madrid surja una condena unánime por parte del bloque occidental. El Gobierno soviético, por si parte, reconoció anoche que uno de los cazas recibió la orden de "detener" el vuelo del avión avistado.
Tres compañías de la Policía Nacional (unos 500 hombres), cerca de un centenar de inspectores, un equipo de desactivación de explosivos, un circuito cerrado de televisión y otros sofisticados métodos de seguridad protegerán a los 35 ministros reunidos durante tres días en el Palacio de Congresos de la capital de España.
Un equipo especial de la policía registró ayer cada rincón del edificio, desde el tejado a las cañerías. Se pasó revista al equipo de traducción simultánea a seis idiomas (español, inglés, francés, alemán, italiano y ruso), y se comprobó el funcionamiento de los teléfonos y télex que utilizarán los más de 500 periodistas extranjeros.
A última hora de ayer se consiguió el milagro. Malta comprendió finalmente que la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) estaba dispuesta a proseguir sin su participación y aceptó el documento final de la reunión de Madrid. La fórmula del éxito es una propuesta sueca por la que se introduce un párrafo en el que se menciona el derecho de "Malta o cualquier otro Estado" a convocar una reunión sobre la seguridad en el Mediterráneo "cuando sea apropiado".
Esta referencia, aunque muy vaga, ha sido suficiente para que Malta al final diera su brazo a torcer.
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Editorial en la página 12
El documento final de la conferencia constituye un avance sustancial sobre los acuerdos suscritos en Helsinki en 1975
Viene de la primera páginaLa reunión de los ministros de Asuntos Exteriores ha adquirido un contenido político trascendental, que supera en mucho el carácter protocolario. Este encuentro es para EE UU y la URSS una ocasión única de detener el continuo deterioro de sus relaciones, que alcanzaron la pasada semana niveles peligrosos por el ataque soviético contra el avión surcoreano.
El presidente norteamericano, Ronald Reagan, quiere también aprovechar el final de la Conferencia de Madrid para intentar una posición de condena unánime de los países de la Alianza Atlántica contra la Unión Soviética en relación con el derribo del jumbo surcoreano. Gromiko, que no fue recibido ayer en el aeropuerto de Barajas por su homólogo español, deberá aguantar el chaparrón de acusaciones que los ministros occidentales lanzarán, seguramente, a propósito de este tema.
Los embajadores del grupo de la Alianza Atlántica se reunieron ayer en la sede de la conferencia, y aunque se descarta oficialmente una declaración conjunta contra la URSS, es muy probable que unilateralmente cada ministro de Asuntos Exteriores de la OTAN se refiera en términos más o menos duros al suceso del avión. El ministro español, Fernando Morán, puede ser en su intervención de esta mañana el primero en referirse al grave incidente. La Unión Soviética tenía previsto hacer uso de la palabra esta tarde, y el último de los grandes países en intervenir será Estados Unidos.
La seguridad
De todos los ministros presentes en la capital española, los que más preocupan a los servicios de seguridad son los de Turquía y Francia. El primero, porque los diplomáticos turcos son desde hace años, de forma permanente, objetivo del terrorismo armenio; el segundo, por los ataques contra intereses franceses que se han repetido en distintas partes del mundo en los últimos meses. El documento final de la CSCE supone un avance sustancial respecto a los acuerdos de Helsinki de 1975. Además de mantener abierto el espíritu de distensión surgido en la capital finlandesa, el documento de Madrid fija un calendario preciso de actividades para los próximos tres años en el que destacan una conferencia sobre desarme en Europa, una reunión de expertos en derechos humanos y un reunión sobre contactos humanos en la que se estudiarán los casos de familias separadas, restricción de visados y dificultades para los matrimonios mixtos en países del Este de Europa. La base de ese documento, conocido como RM-39 Revisado, ha sido elaborada por los países neutrales y no alineados, pero, para su aprobación resultó decisiva una propuesta presentada en junio por el presidente del Gobierno español que recogía y recortaba algunas exigencias tanto del Este como de Occidente.
Iniciativa española
La habilidad del jefe de la delegación española, Juan Luis Pan de Soraluce, consiguió sortear los obstáculos con que se encontró esta propuesta y llegar a la aprobación de hecho del documento final el pasado mes de julio. Desde entonces hasta ahora, los delegados han estado exclusivamente dedicados a convencer a Malta para que olvidase sus exigencias sobre la seguridad en el Mediterráneo.
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