Conciertos en solidaridad con los damnificados del norte de España

La jornada musical del pasado miércoles en Cantabria estuvo marcada por la solidaridad con los damnificados por las inundaciones que devastaron amplias zonas de la región, así como del País Vasco, Álava, Asturias y Burgos. Julio Iglesias, en los campos de Sport del Sardinero, y la Orquesta de la Radiotelevisión Soviética, en la plaza Porticada, en sesión de tarde, con programa diferente del ofrecido por la noche en la jornada de clausura del Festival Internacional de Santander (véase crítica en esta misma página), obtuvieron, respectivamente, 12 millones -que serán repartidos entre Cantabria y País Vasco a partes iguales- y un millón de pesetas.Un recital de Julio Iglesias tiene tanto que escuchar como de ver. El sonido estridente de la megafonía en el concierto ofrecido en la noche del miércoles pasado en el campo de fútbol del Sardinero, ante cerca de 10.000 personas -la mitad de las que reunió el cantante rockero Miguel Ríos hace escasas semanas- dificultó la audición.

Mujeres

Las sillas instaladas sobre el césped estaban ocupadas por una amplia gama de edades, fundamentalmente femeninas, que iba desde los 15 a los 50 años sin solución de continuidad. Junto a ese público esperado, estaban intelectuales como Juan Cueto, el rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, -ayer Julio Iglesias acudiría al palacio de la Magdalena para firmar en el libro de honor de ésta, como antes lo hiciera Miguel Ríos- el presidente del Instituto de Cooperación con Iberoamérica, Luis Yañez, y las primeras autoridades cántabras.El presidente regional, José Antonio Rodríguez, tuvo en la jornada de anteayer una de sus sesiones melómanas más activas. A las 5 de la tarde, en la plaza Porticada, asistía al concierto benéfico dado por la Orquesta Sinfónica de la Radiotelevisión Soviética; a las 9 de la noche acudía al Sardinero para ver la primera parte del recital de Julio Iglesias, y dos horas después ocupaba su palco en la jornada de clausura del Festival Internacional, con el bis de la orquesta soviética. Ésta interpretó por la tarde fragmentos de Romeo y Julieta, de Prokofiev, y la Cuarta sinfonía, de Chaikovski, ante alrededor de 1.700 personas que soportaron con el mejor de los empeños las consecuencias de una actuación del alcalde de Santander, Juan Hormaechea. De éste se había solicitado, por parte de la dirección del FIS, el corte de la circulación rodada en los alrededores de la plaza Porticada, a lo que se negó, en principio, aceptándolo posteriormente a requerimiento de algunos concejales de su partido. Finalmente, fue la primera decisión la mantenida y el concierto se desarrolló con el sobresalto de frenazos, bocinazos y algarabía.

Según las estimaciones oficiosas, del recital de Julio Iglesias serán entregados a las comunidades vasca y cántabra un total de 12 millones, a repartir al 50%0; en tanto que del concierto de la orquesta soviética se hará entrega a las autoridades cántabras de algo más de 700.000, que, unidas a los derechos de autor por la grabación de RTVE cedidos por la pianista Alicia de Larrocha, alcanza la cifra de un millón de pesetas.