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SANIDAD

Los farmacéuticos podrán sustituir un medicamento por otro de igual composición

El nuevo proyecto de real decreto sobre recetas médicas que el Ministerio de Sanidad y Consumo está elaborando contempla en uno de sus artículos la posibilidad de que el farmacéutico, con autorización del consumidor, sustituya el medicamento recetado por el médico por otro que contenga los mismos principios activos.El director general de Medicamentos y Farmacia ha manifestado que "hay que ir perdiendo el respeto a las marcas comerciales de medicamentos y dando mayor importancia a lo que es el producto en sí". El artículo citado suscitó, el pasado día 19, la protesta del presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, Ramiro Rivera, quien consideró que con ello se coarta la libertad del médico. Para Lobo, "la oposición del consejo de médicos no tiene lógica porque se trata de productos idénticos y sólo puede variar la marca, lo que no supone ningún impedimento al ejercicio profesional del médico".

Lo que se pretende con el artículo citado es, según el director general, que se pierda el respeto a las casas comerciales y que los farmacéuticos sean más activos en la reforma sanitaria, puesto que están capacitados para actuar de una forma razonable sin entrar en el campo de los médicos. La posibilidad de sustituir un medicamento por otro de igual composición existe en otros países y se conoce con el nombre de cláusula de sustitución. Además, según Lobo, esta posibilidad permite solucionar problemas urgentes o la carencia, en un determinado momento, de un medicamento concreto.

Para Félix Lobo, "los farmacéuticos tienen la formación suficiente para realizar la sustitución, e incluso se puede establecer una tabla de equivalencias para facilitar el trabajo por si en algún momento no estuviera presente el fármacéutico". Con respecto a la presencia de los farmacéuticos en las oficinas de farmacia, el director general afirmó que desde hace un año se está cumpliendo mejor el precepto que obliga a esa presencia inexcusable. Lobo puntualizó que la medida no equivale al establecimiento de un petitorio o guía farmacológica como la que existía hace algunos años en España y que indicaba los productos que pagaba la Seguridad Social. "Lo ideal no es hacer un petitorio, sino perfeccionar el registro de especialidades farmacéuticas, hasta el punto de que todo lo que esté disponible en el mercado sea indiscutible desde el punto de vista científico".

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