Expectativas ante la reanudación de negociaciones entre España y Marruecos

Después de cuatro días sin noticias de sus interlocutores marroquíes en la negociación pesquera, el embajador de España en Rabat, Raimundo Basols se entrevistó ayer con el Ministro de Asuntos Exteriores marroquí M'Hamed Bucetta con el cual intercambió impresiones a propósito de la contrapropuesta que hiciera la delegación española el martes 19 de julio último.El ministro marroquí y el diplomático español pasaron revista a esta propuesta en donde de acuerdo con la parte marroquí subsisten todavía puntos difíciles, y otros en donde aún no se avizora un acercamiento entre las dos posiciones.

El embajador de España informó a este periódico que ha trasmitido a su ministerio en Madrid estas nuevas contrapropuestas marroquíes y que espera una respuesta probablemente hoy. Con ella e también posible que regrese a Ra bat la delegación que encabezada el subsecretario para la Pesca, Miguel Oliver, que se marchó de la capital marroquí el domingo pasado sin haber tenido noticias de la parte marroquí.

En cualquier caso, la inquietud en los medios pesqueros es, evidentemente, grande, dado que la segunda prórroga con Marrueco expira el 31 de julio, a medianoche, y queda poco tiempo para eventuales ajustes negociadores, aunque en Marruecos sea ya una costumbre hacerlo todo en un fin de semana europeo.

Aunque las líneas generales de la negociación en curso son más o menos conocidas, persiste, tanto de parte marroquí como española un gran secreto sobre los detalles En cualquier caso, los últimos temas de controversia entre España y Marruecos son, por orden de importancia: 1) el aumento de los cánones por pescar, que los marroquíes intentan aumentar a la cifra exorbitante del 50% al 70%, pagaderos en dólares; 2) la reducción de esfuerzo pesquero, que insiste en que sea entre el 60% y el 70% del actual; 3) las restricciones por razones de seguridad, que, en el fondo, aumentan aún más, de esa manera indirecta, la reducción del esfuerzo pesquero; 4) las contrapartidas financieras en créditos FAD y de Estado a Estado, que se sitúan alrededor de los 675 millones de dólares; 5) la duración del acuerdo en sí, que la parte española solicitaba que fuese como mínimo de cinco años, mientras que la marroquíno desea firmarlo por más de uno o dos años, y en cualquier caso no más allá de la fecha de entrada de España en la CEE, y 6) la distribución de los aumentos de los cánones y reducción del esfuerzo pesquero, que España desea sea distribuido de una manera progresiva a todo lo largo del tiempo de duración del acuerdo, mientras Marruecos aspira a imponer todo en prácticamente el primer año.