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La Complutense ha concedido su medalla de oro a Dionisio Nieto, psiquiatra exiliado

Dionisio Nieto Gómez, madrileño de 75 años, es una de la figuras más destacadas a nivel mundial en el campo de la psiquiatría, con más de 84 trabajos publicados y después de haber ocupado los más altos cargos de la psiquiatría méxicana. El profesor Nieto se exilió en México al finalizar la Guerra Civil española, y no pudo regresar a nuestro país hasta 1977. El pasado jueves se le otorgó la Medalla de Oro de la Universidad Complutense de Madrid, en un acto que el Rector de la Universidad, Francisco Bustelo calificó de "símbolo de desagravio hacia todos los que se marcharon"."Me siento muy emocionado por la concesión de la Medalla de Oro de la Universidad Complutense porque soy un producto de esta Universidad". El profesor Nieto se licenció y doctoró en la Complutense, después de unos años de internado en el Hospital General, se marchó a Alemania a ampliar estudios, pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios, presidida entonces por Ramón y Cajal. De vuelta a España, desempeñó diversos puestos en el Hospital General y en el Instituto Cajal, hasta que se inició la guerra civil. "Durante la guerra estuve al sevicio de la República, como médico de aviación, realizaba los exámenes y reconocimientos de los pilotos en campaña. A partir de 1938, tuve que ir a Tánger a realizar misiones semi secretas, llevaba mensajes del General Asensio que intentaba una sublevación de las fuerzas marroquíes. Tenía que establecer contactos con los líderes del norte de África que estaban a favor de la República, allí me sorprendió el fin de la guerra".

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Las relaciones de Dionisio Nieto con el Partido Socialista se establecieron a través de Sanchiz Banús, catedrático suyo de psiquiatría y diputado por este partido durante las Cortes Constituyentes. Al profesor Nieto se le quiso implicar en la muerte de unos sacerdotes al principio de la guerra. "En el manicomio de hombres de Ciempozuelos, se descubrió un arsenal de armas y la gente del pueblo quería vengarse de los sacerdotes que dirigían el centro, yo sólo intervine para rescatarlos; el Director de la Seguridad me hizo caso y los llevó a una cárcel para que estuvieran en lugar seguro. Después, durante los bombardeos sobre Madrid el pueblo sacó a bastantes presos de la cárel y lamentablemente, estos sacerdotes murieron".

Después de la guerra civil

Acabada la guerra, el profesor Nieto pasó a Casablanca y de allí a París, gracias a la ayuda de Pío del Río Ortega que le pagó el viaje. Ya en Francia, trabajó con el prestigioso doctor Clovis Vincent, "me dió trabajo , me pagaba de su bolsillo, y gracias a sus amistades policiales, evitó que fuera a un campo de concentración. Cada sábado tenía que ir a la comisaría y me citaban para el sábado siguiente, así pude evitar el campo de concentración, de abril, hasta diciembre del 39".Con la Segunda Guerra Mundial ya iniciada, Dionisio Nieto salió de Burdeos hacia Santo Domingo en el último barco de los fletados por el Gobierno en el exilio. En Santo Domingo pasó muchos apuros económicos hasta que recibió autorización para trasladarse a México. " En México fuimos acogidos muy especialmente, muy cariñosamente, no sólo por el Gobierno sino también por los intelectuales. Hubo algunos movimientos en contra del Gobierno porque no aprobaban el trato a la emigración, pero fueron los menos. Incluso los intelectuales bien significados de derechas, estaban de acuerdo en que la emigración española era positiva para la vida intelectual de México".

El profesor Nieto empezó rápidamente a dar clases en la facultad de Medicina. Se formó un grupo de exiliados, discípulos de Cajal e iniciaron investigaciones cerebrales que adquirieron un gran auge, este Instituto sigue funcionando en la actualidad, "es una de las principales labores que hemos hecho allí. De las investigaciones de psiquiatría, algunos trabajos tienen una gran importancia en cuanto al hallazgo de alteraciones en el cerebro, en relación con las esquizofrenias, nosotros hemos encontrado algunas alteraciones en el cerebro que pueden explicar la enfermedad. También fueron importantes las indagaciones respecto del diagnóstico de la Cisticercosis cerebral, enfermedad muy frecuente en México. Desde los años 40 estamos buscándo la posibilidad de diagnosticar esta enfermedad mediante una reacción del líquido cefalorraquídeo, y conseguimos sistematizar la reacción para diagnosticar la enfermedad. Del resto de mis actividades, lo que más me ha satisfecho ha sido el formar un grupo de investigadores, que ocupan hoy importantes puestos de docentes y de investigadores en México, crear una escuela y enseñar todas aquellas cosas que hubieramos podido desarrollar aquí. México se benefició de gentes que llegamos con cierta preparación, hubiera podido ocurrir que las hubiera aprovechado España".

Durante los años en que no pudo venir a España, el profesor Nieto mantuvo algunas relaciones con antiguos colegas aunque no tomó contacto con la universidad española hasta que se hizo cargo de la Cátedra de Psiquiatría Alonso Fernández, "que me llamó la primera vez que vine a España y establecimos una importante relación entre México y España, tanto en el campo de la enseñanza como en el de la investigación". Desde 1977 viaja a España casi todos los años y mantiene contacto con el mundo de la psiquiatría española de la que dice que " estuvo congelada durante años por las dificultades económicas, después se han formado especialistas de buena calidad clínica e importantes ramas de investigación de neurociencias, existe buen nivel en los últimos años".

La añoranza y la nostalgia de España se mantienen pese al paso de los años, incluso sus hijos, nacidos ya en México están muy interesados por todo lo que ocurre en nuestro país. La vuelta definitiva a España es difícil, aunque "me gustaría volver".

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