El comandante Ortega se pliega a participar en una negociación multilateral en la región

El Gobierno de Reconstrucción Nacional de Nicaragua acepta que las conversaciones de paz para Centroamérica propiciadas por el grupo de Contadora sean de "carácter multilateral", anunció ayer en la ciudad de León el comandante Daniel Ortega, en su discurso conmemorativo del cuarto aniversario del triunfo de la revolución sandinista. El coordinador de la Junta de Gobierno calificó este sorprendente cambio de postura del régimen sandinista como un "nuevo esfuerzo para contribuir a la paz".Daniel Ortega, en nombre de la dirección nacional del Frente Sandinista, resaltó que Nicaragua sigue creyendo que el único camino viable era el de las soluciones bilaterales, pero ha aceptado esta nueva salida, que puede tener consecuencias positivas, "a fin de que se acaben las excusas, y que quienes se declaran interesados en la paz den pasos concretos".

El comandante Ortega también reconoció, "en su exacto valor", los propósitos de la declaración de Cancún -firmada el pasado fin de semana en esa ciudad mexicana por los presidentes de México, Panamá, Colombia y Venezuela- que consideró como "un nuevo impulso en la búsqueda de la paz".

Ante la propuesta de Cancún, y el peligro de que el agravamiento de los conflictos militares desemboque en una guerra generalizada en Centroamérica, el comandante Ortega expuso la necesidad de un compromiso para poner término a toda situación de beligerancia, por medio de la firma inmediata de un acuerdo de no agresión entre Honduras y Nicaragua. También pidió el cese absoluto de todo suministro de armas a las fuerzas en conflicto en El Salvador.

El comandante Ortega pidió, asimismo, la congelación absoluta de todo apoyo militar, bajo la forma de suministro de armas, entrenamientos o utilización de territorios para lanzar agresiones, a las fuerzas adversas a cualquiera de los gobiernos centroamericanos.

Mientras prosperan las gestiones de paz, el máximo dirigente nicaragüense advirtió a su pueblo que debía seguir preparándose frente a nuevas agresiones, y que detrás de esas agresiones estaban los Gobiernos de Estados Unidos y Honduras.