Reagan maneja la posibilidad de incluir un supuesto bloqueo de Nicaragua en unas próximas maniobras en Centroamérica
Durante las próximas cuatro semanas, Estados Unidos realizará maniobras militares, por tierra, mar y aire, en la región centroamericana, sin excluir la eventualidad de un ensayo de bloqueo contra Nicaragua. El anuncio confirma la escalada de la intervención norteamericana en el área, mientras el presidente Ronald Reagan prepara la selección de las ocho restantes personalidades que integrarán la comisión mixta bipartidista, encabezada por el ex secretario de Estado Renry Kissinger, cuyo nombramiento origina críticas tanto en las filas conservadoras como liberales del Congreso.
Simultáneamente, en la Cámara de Representantes comenzó el debate sobre la posibilidad de reconvertir la ayuda económica para operaciones secretas contra Nicaragua por parte de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), cuyos 80 millones de dólares pasarían a dotar un fondo de ayuda militar abierta para los ejércitos de Honduras, El Salvador, Costa Rica y Guatemala.El objetivo final de estas maniobras, las segundas que EE UU realiza en Centroamérica en el espacio de tres meses, es cortar el flujo de ayuda militar soviético-cubana hacia Nicaragua, según fuentes del Pentágono. También eliminar la ayuda militar de Nicaragua y Cuba hacia la guerrilla de El Salvador.
La posibilidad de establecer un supuesto bloqueo para aislar a Nicaragua se esgrime como el último resorte ante las diferencias existentes en el seno del Pentágono. Algunos militares temen que, para que el bloqueo sea realmente eficaz, tenga que debilitarse la presencia de las fuerzas navales norteamericanas en otras partes del globo. Honduras y Panamá, principales países del área con mayor presencia de tropas norteamericanas, desempeñarán un papel clave en las maniobras.
Las operaciones militares en el Caribe y Centroamérica se interpretan como un gesto de intimidación diplomática, pero con alto riesgo de intervención militar, para acosar al Gobierno de Managua, que debe enfrentar una importante rebelión armada de guerrillas antisandinistas que, apoyadas por la CIA, actúan desde las zonas fronterizas de Honduras y Costa Rica.
En los aspectos políticos de la crisis centroamericana, el nombramiento de Henry Kissinger como presidente de la comisión mixta encargada de buscar soluciones a largo plazo origina importantes críticas en los medios del Congreso. Los conservadores critican a Kissinger por su gestión en el pasado, que supuso la pérdida de Vietnam, Camboya o Angola, y los liberales, por la carencia de experiencia de Kissinger en asuntos latinoamerícanos, excepto en las implicaciones en el golpe de Estado en Chile, que acabó con el Gobierno de Salvador Allende.
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