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Declaraciones de Felipe González a la Prensa mexicana

Pregunta. Los periodistas que hemos acompañado al señor presidente en esta gira latinoamericana, le hemos oído hablar frecuentemete del liderazgo positivo y negativo de los Estados Unidos. Yo he leído en un medio de comunicación mexicano que ese liderazgo podría suponer un balón de oxígeno para la Administración Reagan que ahora está acorralada -según afirma ese conientario- ¿Podría darnos una explicación?F. González. Esa interpretación me sorprende y no ingratamente. Otras interpretaciones, sobre todo en la Prensa española, me acusaban de haber sido desmedido al atacar a Estados Unidos... Norteamérica es la primera potencia de Occidente -yo creo que la primera potencia del mundo-, Ocupar ese primer puesto implica, si lo analizamos objetivamente, asumir un liderazgo.(... )

¿Cuál debería ser, a mi juicio, la posición norteamericana en el conflicto de Centroamérica? Si los Estados Unidos quieren para sí mismos la libertad, el pluralismo y el bienestar económico, probablemente deberían preguntarse si existe la posibilidad de acabar con las raíces de la injusticia social en los países centroamericanos.

Hay algo de verdad cuando se habla de la presencia comunista en estos países. También la hay en España, porque en cualquier país libre existe un Partido Comunista. Sin embargo, no puede afirmarse que Sandino -me refiero al general Sandino con nombres y apellidos- fuera un líder del comunismo internacional. Él no peleaba por una visión Este/Oeste, lo hacía por otras cosas y, en aquel tiempo, ya se daban los problemas actuales y sus raíces eran las mismas.

¿Le estoy dando un balón de oxígeno a Estados Unidos? He de confesarles algo y espero que el comandante Castro no se enoje. En algún momento le oí decir, y lo ha dicho muchas veces, que "habría que ayudar a Estados Unidos a encontrar una solución para Centroamérica". Cuando lo dice el comandante Castro aparece, ante los revolucionarios, como una posición revolucionaria; en cambio, si lo dice un socialista democrático como yo, entonces se trata de un balón de oxígeno para Estados Unidos. Yo asumo la carga de mi responsabilidad sin grandes preocupaciones. (...)

P. Mucho se ha hablado sobre el posible ingreso de España en la OTAN. Yo quiero preguntarle si el hecho de que su- país, que tiene un Gobierno de corte socialista, ingrese a la OTAN no Va a significar que se vea políticamente condicionado por las relaciones que mantendrá con las fuerzas imperialistas.

F. González. No. Afirmar eso supone una simplicidad en la que a mí me sería dramático caer. El Partido Comunista de Italia ase gura que su país debe pertenecer a la Alianza Atlántica para defen derse de una posible agresión del Pacto de Varsovia. Francia, que tiene también un Gobierno socialista (y apoya decididamente las gestiones de paz del Grupo de Contadora), forma parte de la OTAN. Me resulta difícil imaginar que sean aliados o reciban influencias de las fuerzas imperialistas. Esas son, creo yo, frases hechas, que se acuñan y se tiene la tentación de repartirlas como si fueran timbres del correo. Pero no sirven como análisis.

Algunos grupos han intentado hacer, en España, una fuerte simplificación del problema; han llegado a decir, incluso, que hay mis¡les nucleares apuntando a las bases de Torrejón, de Rota; se agita a veces a la opinión pública con esa amenaza, pero nunca se aclara la nacionalidad, o la ideología, de esos misiles: ¿son misiles imperialistas? Parece que no, no son los imperialistas los que nos amenazan. Tendrían que explicarme qué análisis geoestratégico, de corte progresista o revolucionario, justifica esta amenaza a mi territorio nacional. (...)

julio.

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