La arquitectura de Richard Neutra se expone en Barcelona

La obra del arquitecto austro-norteamericano Richard Neutra, uno de los más prolíficos y renovadores de entre los grandes maestros de la arquitectura de este siglo, se expone desde la pasada semana en el Centro Cultural de la Obra Social de la Caixa de Pensions. La exposición fue montada y diseñada por el Museo de Arte Moderno de Nueva York en 1982 y posteriormente exhibida en otras ciudades norteamericanas y en Viena, de donde procedía. En la muestra se incluyen unos 185 planos, fotografías de obras ya realizadas -fundamentalmente viviendas, ya que Neutra fue un gran renovador en este sentido- y dibujos que el arquitecto hizo durante su juventud en Viena.A pesar de su nacimiento y su formación vienesa en los primeros veinte años de este siglo, Richard Neutra ha sido siempre considerado como uno de los arquitectos más significativos en Norteamérica. Nacido en Viena en 1892 y fallecido en 1970 mientras visitaba una casa que había construido en Wuppertal (República Federal de Alemania), Neutra vivió hasta la Primera Guerra Mundial en el ambiente de plenitud cultural que respíraba entonces la capital austríaca. Durante esos años, mientras estudiaba arquitectura, Neutra cultivó también el dibujo y la pintura, como atestiguan los 35 dibujos originales que incluye la exposición inaugurada ayer en el Palacio Macaya de Barcelona.

Tras sus estudios, Richard Neutra trabajó en Viena y Berlín, con Adolf Loos y Moisés Mendelssohn, dos de los principales arquitectos de aquella época. Sin embargo, el arquitecto pertenecía a una generación centroeuropea fascinada por las posibilidades de América. Así, en 1923, Richard Neutra emigró a Estados Unidos. Sus maestros e introductores en Norteamerica fueron dos de los más destacados arquitectos de aquel país, Frank Lloyd Wright y Louis Sullivan, que lo introdujo en la costa Oeste.

Neutra se estableció en Los Ángeles en 1925 y allí realizó sus primeras obras de importancia. Su primer éxito fue la casa de la familia Lovell, que le fue encargada en 1927 y que terminó en 1929. Enclavada en un montículo próximo a Los Ángeles y realizada en acero, cristal y hormigón armado, la Casa Lovell fue universalmente aplaudida.