Representantes taurinos ponen en duda ante el Senado que se 'afeiten' los toros

Toreros, ganaderos y empresarios, que comparecieron el pasado viernes ante la Comisión de Presidencia e Interior del Senado, manifestaron ignorar quién afeita los toros y por qué razón, algunos pusieron en duda que exista este fraude o el de drogado de las reses, y todos coincidieron en culpar "a la demagogia de determinados críticos" de muchos de los males que aquejan al espectáculo taurino.

Respondieron a las preguntas de los senadores Niño de la Capea, por parte: de los toreros; el conde de Mayalde, Felipe Lafita y Sancho Dávila en representación de los ganaderos, y en nombre de los empresarios, Manuel Chopera y José Barceló.Los temas planteados por la comisión estaban relacionados con el posible fraude en la fiesta, concretado en las presuntas prácticas; de afeitado y drogado de los toros, y también con las condiciones de casta de las reses y las causas de sus caídas.

El conde de Mayalde, presidente de la Unión de Criadores de Toros; de Lidia, pidió que las autoridades averigüen si en realidad se afeitan los toros. Atribuyó a un exceso de casta y de bravura las caídas de las reses -"ya que las hacen humillar demasiado y, por tanto, caer"-, y solicitó del Ministerio de Agricultura que facilite la compra de sementales, como se hace con el resto del ganado.

Felipe Lafita, vicepresidente de la mencionada unión, mostró sus dudas sobre la fiabilidad de los métodos que se utilizan para detectar el afeitado, y aseguró que son los ganaderos los más interesados en la erradicación del fraude. Sin embargo, denunció cierta "psicosis de afeitado" fomentada, en su opinión, por algunos medios de comunicación, y añadió que este tipo de manipulaciones no interesa actualmente a nadie.

El presidente de la Asociación Nacional de Ganaderías de Lidia, Sancho Dávila, denunció otra variedad de fraude, que dijo es frecuente en plazas sin importancia, el cual consiste en que un mismo novillo sea lidiado varias veces en distintos cosos, lo que está expresamente prohibido. En cuanto a las caídas de las reses, las atribuyó al abuso de determinados; sementales y a la consanguinidad.

Niño de la Capea, presidente de la Asociación de Matadores, afirmó que a ningún torero le interesa que se afeiten los toros, pues su peligro no merma con esta manipulación, ni que los droguen, porque en tal caso es imposible prever sus reacciones.

José Barceló, presidente de la Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos, elijo que el fraude del afeitado es ahora menor que en otras épocas. Negó que los empresarios estén interesados en que se realice esta práctica y agregó que no tienen inconveniente en que las autoridades policiales vigilen el toro desde el momento que sale de la ganadería hasta que aparece en el ruedo.

El empresario de la plaza de Las Ventas, Manuel Chopera, consideró que interesa saber no quién se beneficia del afeitado, sino quién lo permite. "El responsable del toro", dijo, "es el ganadero, que lo cría y lo vende".

Todos los representantes anteriormente citados acusaron de demagoga a parte de la crítica taurina., a la que atribuyeron la responsabilidad de muchos de los problemas que afectan a la fiesta.