'Tiempos Nuevos' denuncia el "plan subversivo" de EE UU contra Polonia
EFE La revista soviética Tiempos Nuevos publica en su último número una denuncia del "plan subversivo de los Estados Unidos contra Polonia", que, según el semanario -el de mayor difusión internacional de la URSS, traducido a varios idiomas-, fue elaborado en 1978 por los asesores del entonces presidente James Carter y continúa siendo la base de "la estrategia norteamericana respecto a ese país".
"Desde el fracaso de la contrarrevolución en Checoslovaquia en 1968", afirma la publicación soviética, "Polonia pasó a ser el principal objetivo de la subversion estadounidense en el Este de Europa". Tiempos Nuevos considera que "los proyectos subversivos de Washington, con todo, están abocados al fracaso porque nadie puede alterar el curso de la historia, y los imperialistas deberían admitirlo de una vez".
El plan, sugerido a Carter por su consejero Zbigniew Brzezinski, quien, por cierto, es de origen polaco, ha supuesto, según Tiempos Nuevos, "la llegada a los medios contrarrevolucionarios polacos de millones de dólares, bajo el pretexto de ayuda alimentaria y humanitaria", al tiempo que "se bloqueaba el comercio de Polonia con Estados Unidos para agravar sus dificultades internas".
En el momento en que se inicia la visita del Papa, la revista soviética agrega que la subversión norteamericana contaba con el "estímulo prestado por la Iglesia" a los medios contrarrevolucionarios, caracterizados en el artículo como "colaboracionalistas con Occidente".
Similares comentarios sobre el supuesto plan subversivo estadounidense del año 1978 han sido publicados en otros medios informativos soviéticos a lo largo de los últimos años y, siempre, coincidiendo con momentos significativos en el desarrollo de la crisis Polaca.
En la recientemente concluida reunión del Soviet Supremo de la Unión Soviética, el ministro de Asuntos Exteriores, Andrei Gromiko, sostuvo el jueves que "no entender o no querer entender que Polonia es, y seguirá siendo, un aliado del Pacto de Varsovia, responde a un inapelable anquilosamiento en su anticomunismo, que les ciega".
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