La Feria del Libro de Madrid vendió cerca de 50 millones de pesetas en tres días
La Feria del Libro de Madrid, que se celebra hasta el 12 de junio en el parque del Retiro, está teniendo un extraordinario éxito de ventas, según las estimaciones oficiales, con respecto a un período parecido del pasado año. En los tres primeros días de la feria, que se inició el pasado viernes, se vendieron libros por valor de 49.712.781 pesetas.En 1982, durante los cuatro primeros días de la feria, que entonces coincidieron con el puente de las fiestas del Corpus, fueron vendidos libros por valor de 44.244.220 millones de pesetas.
La feria divide sus atractivos entre las novedades presentes y la asistencia de los autores, y la incitación que suponen los actos paralelos que se desarrollan por las tardes en la carpa instalada junto al recinto de la propia feria. Para esta noche, como elemento complementark) del debate de literatura previsto, se ofrece el atractivo de la proyección del filme El halcón maltés, de John Huston, con Humplirey Bogart, en el principal papel. La exhibición de esta película, que comenzará. a las 21.30, es el corolario del debate previo sobre novela negra, en el que tienen prevista su participación los escritores Manuel Vázquez Montalbán, Juan Madrid, Ricardo Muñoz Suay Carlos Pérez Merinero y Andreu Martín. Moderará Juan Tébar.
El atractivo del debate de ano che iba a ser la interpretación de Informe para una Academia, de Kafka, la gran creación dramática del actor y director del teatro Español de Madrid, José Luis Gómez, pero esta interpretación fue pospuesta hasta el próximo viernes, día 3 de junio. El debate versó sobre literatura extranjera actual en España.
Estos debates se celebran en la carpa de la feria con una asistencia verdaderamente notable de público, que el pasado lunes, por ejemplo, desafió el calor madrileño y asistió a una discusión sobre elplacer y la literatura, que fue moderada por Rafael Conte y protagonizada por Carmen Martín Gaite, Luis Antonio de Villena, Víctor Márquez Reviriego y José Luis Sampedro.
Los participantes en el coloquio estuvieron de acuerdo, desde extremos diferentes, en que es muy difícil disociar los términos placer y literatura; aunque para los autores el parto pueda ser doloroso, el mismo resultado puede resultar placentero para el lector. Y puede ocurrir lo opuesto.
Carmen Martín Gaite señaló que el verdadero placer de la literatura es el placer de la sorpresa, que proviene también del placer de la mirada. La literatura es un campo en el que nadie nos obliga a nada. Y el texto tampoco obliga al lector, que se va creando a sí mismo la afición a leerlo. Carmep Martín Gaíte está segura de que Cervantes debió haberlo pasado muy bien escribiendo Don Quijote.
Víctor Márquez Reviriego no está seguro de que haya tanto placer en el proceso de creación literaria; no hay placer, en muchos casos, ni para quien la crea ni para quien la lee por oficio. Luis Antonio de Villena piensa que la literatura y el placer son una sola cosa. El principal papel, sin embargo, es el de leer, y Villena, siguiendo ese hilo condujo su descripción por los vericuetos fisicos del placer de leer: la lengua, dijo, se desliza de forma placentera siguiendo el ritmo de la lectura.
José Luis Sampedro relacionó el placer de la lectura con la asimilación digestiva de los libros, y en ese desfiladero de su discurso consideró que no vendría mal alguna vez probar vichyssoise de Sarnuel Beekett: una novela indigerible puede servir alguna vez para un cocido. En otro orden de cosas, Sampedro puso las cosas en su sitio: la literatura enriquece el sexo, porque si no éste sería una gimnasia. En ese ambiente cercano ya al erotismo de la literatura se llegó al térnúno del coloquio.
Babelia
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