"En EE UU hay buena receptividad ante la exposición de nuestra política" según Boyer

El ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, regresó ayer de su viaje a Estados Unidos, donde ha encontrado, según sus propias palabras, "buena receptividad ante la exposición de las líneas de la política española".

Boyer, que se entrevistó durante su permanencia en Estados Unidos con hombres de negocios y banqueros, interesados en los intercambios comerciales con España, dijo a su llegada a Madrid que no había sido éste un viaje con un propósito preciso, sino que era de carácter general, para explicar, sobre todo a los medios financieros, las posibilidades de la economía española y la política económica española en general.

Sobre la respuesta encontrada en Norteamérica, afirmó que hay una receptividad muy buena y que en Estados Unidos entienden, en general, tanto nuestras dificultades como las perspectivas positivas para el futuro.

Añadió que espera buenos resultados en toda la acción conjunta, no de este viaje únicamente, que no es más que un elemento de esa acción, sino de la confianza general que hay en muchos medios económicos internacionales respecto a la situación española.

Preguntado qué sectores podrían ser los más favorecidos por este viaje, dijo que todos, ya que Estados Unidos, como primer país inversor en España, toca todos los sectores importantes de la economía española: financiero, del automóvil, energético, de componentes electrónicos, informático y otros y que una economía tan potente como la de aquel país puede influir en muchos sectores españoles de forma beneficiosa.

Una doble duda

Sobre la reactivación económica internacional y el papel de Estados Unidos como país más capacitado para iniciar esa reactivación, Boyer afirmó que es un hecho real que la economía de Estados Unidos -después de haber tenido una recesión en 1932, que ha sido más seria desde la postguerra- ha pasado prácticamente a una fase de expansión.Lo que existe, afirmó, es una doble duda. Por una parte, si esa expansión puede durar el tiempo deseable, porque los problemas causados por el gasto de armamento generan unos altos tipos de interés y eso está produciendo unas tensiones enormes en toda la economía mundial y en la propia economía norteamericana, con el riesgo de abortar la recuperación.

En segundo lugar, continuó Boyer, porque el comercio internacional debe gravitar sobre unos problemas muy serios: endeudamiento de los países latinoamericanos y dificultades de los países productores de petróleo, con la bajada de los precios de los crudos, y todo esto hace que la reactivación de algunos países, que ya es un hecho, no se esté propagando al resto y cree dificultades en otros países.

Aseguró que, de todos modos, hay motivos muy esperanzadores y que confía en que prevalezcan los aspectos positivos, aunque haya también serias amenazas que preocupan a todos los países.