Detenidos cuatro líderes sindicalistas chilenos del cobre
El presidente y tres dirigentes de la Confederación de Trabajadores del Cobre fueron detenidos ayer en Chile bajo la acusación de ser responsables de la manifestación del 11 de mayo, durante la jornada de protesta nacional.
Roberto Seguel, principal dirigente de la confederación; Roberto Carvajal, secretario general, y José Pérez y Manuel Rodríguez, miembros del consejo directivo de la misma, fueron acusados y detenidos por decisión de un juez especial, Hernán Cereceda, tras haber tomado declaración a los 10 dirigentes de la confederación, inculpados por denuncia del Ministerio del Interior.
Los cuatro detenidos están acusados de "infracción a la ley de seguridad del Estado" al organizar la jornada de protesta nacional, durante la cual resultaron muertos dos jóvenes por disparos de la policía. Trescientas personas fueron detenidas a raíz de los acontecimientos.
La 'tranquilidad pública"
El mismo juez decretó la libertad incondicional, por falta de pruebas, de los otros seis dirigentes de la confederación. El martes pasado, el juez Cereceda había decidido igualmente poner en libertad a otros nueve sindicalistas, arrestados por el mismo motivo.
El texto legal en que se basa la acusación sanciona a "quienes inciten o induzcan a la alteración de la tranquilidad pública o atenten contra la normalidad de las actividades nacionales".
En la Confederación de Trabajadores del Cobre están inscritas unas 22.000 personas, y fue el organismo sindical el que convocó primero una jornada de paro, que posteriormente fue modificada en la jornada de protesta nacional, celebrada el pasado 11 de mayo.
Durante este invierno, el régimen del general Augusto Pinochet expulsó del país a dos dirigentes obreros de la central sindical mayoritaria, junto con Carlos Podlech: presidente de un gremio de propietarios trigueros que encabezó una manifestación de latifundistas que se negaban a pagar los créditos obtenidos del Gobierno para la explotación de sus tierras. Podiech pudo regresar a Chile poco tiempo después.
No así los otros dos dirigentes sindicales, que realizaron un gira por Europa y cuya expulsión se produjo después de que se hubiese celebrado una manifestación obrera en la capital chilena para protestar contra la degradación económica que existe en el país y las medidas represivas de la dictadura.
Por su parte, el presidente chileno, general Pinochet, declaró ayer en Antofagasta (al norte del país) que su Gobierno volverá a presentar batalla contra el marxismo, como lo hiciera en 1973, cuando derrocó a Salvador Allende.
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