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Antonio Gala muestra su 'admiración y ternura' por los libros antiguos y de ocasión

La VII Feria del Libro Antiguo y de Ocasión se inauguró ayer en el paseo de Recoletos, de Madrid, donde permanecerá abierta hasta el 18 de mayo, con el pregón del escritor y dramaturgo Antonio Gala, quien rindió un homenaje personal al libro, "una obra del hombre por la que siento la más profunda admiración y la más entrañable ternura; con un libro en las manos me embarga la seguridad de ser un hombre solidario de muchos otros hombres".

El alcalde de Madrid, Enrique Tierno, dirigió unas palabras a los "vecinos de Madrid", tras una breve actuación de la Banda de la Policía Municipal y los intentos de amortiguar con los altavoces el ruido circulatorio de la plaza de la Cibeles. Dijo que la feria del libro antiguo, viejo, raro, de ocasión, es una de las más queridas por el público madrileño y la que da más sentido a la ciudad. "El libro forma parte de la sensibilidad humana". Quien se interesa por los libros hace de la cultura un tesoro "que le gusta disfrutar con permanencia", y los que aman estos libros antiguos "tiene una curiosidad especial-.Añadió que la apertura de la presente edición de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión tenía una "especial donosura, talante y altura" por el autor del pregón, Antonio Gala, maestro de la lengua, una de las inteligencias más esclarecidas". Estos elogios fueron calificados por el escritor como "palabras más amables que imparciales".

Antonio Gala dijo que cualquier libro "es el producto de un amor y de muchos amores. No de quien lo escribio sólo, sino de quien lo diseñó y lo planteó y lo confeccionó y lo hizo llegar, muy poco a poco, hasta nosotros. Numerosas generaciones han leído acaso las páginas que, al azar, hoy leemos. Y existe y crece una comunidad de lectores, por encima del espacio y del tiempo, que me enorgullece y me emociona".

Memoria del mundo

El pregonero concedió la misma importancia al escritor como al lector. "El libro es el silencioso mensajero que va, de siglo en siglo, de país en país y de hombre en hombre. El libro guarda la memoria del mundo y también la profecía del mundo: el pasado y el porvenir. Porque la historia de la humanidad es siempre la de ayer y mañana, la historia de una esforzada carrera de relevos en que el libro es la antorcha que va de una a otra mano".En el caso de los libros antiguos, Gala dijo que "parece que con ellos nos llegue, no sólo su contenido, sino aquello que los rodeó y los saboreé: las viejas estanterías en las que descansaron, un aroma inmarchito, palabras susurradas, las vibraciones que provocaron o consolaron: ese enriquecimiento que los objetos, como una frágil e irrompible pátina, reciben de quienes los usaron a través de los años".

"Es el libro en sí mismo, independientemente de lo que significa, quien emana y palpita y quema y apresura el ritmo de la mañana o de la tarde. Es la fusión de los lectores previos; el engarce con los dueños sucesivos, que acaso, como yo ahora, volvieron hacia atrás su imaginación y se vincularon con su propio pasado".

Treinta librerías ocupan las casetás de la feria, instalada en el primer tramo del Paseo de Recoletos, donde permanecerá abierta al publico hasta el próximo día 18. La mayor parte de las librerías son de Madrid, aunque también hay libreros de Barcelona, Valencia, Sevilla y Granada. Predominan los libros de ocasión, muy rebajados, frente a los auténticos libros antiguos.

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