La respuesta soviética al 'desafío americano'

La URSS podría ponerse a la altura de los últimos desafíos de la tecnología de guerra norteamericana, pero ello supondría unos considerables costos económicos. En esto coinciden casi unánimemente la mayor parte de los observadores occidentales en Moscú.El desfase tecnológico entre la URSS y Occidente -repetidas veces negado por la Prensa soviética- parece evidente en estos mismos círculos, que argumentan que la falta de libertad de movimientos de la población y la limitación de los contactos con el exterior han frenado grandemente el desarrollo tecnológico soviético. No obstante, la historia muestra que hasta el momento los soviéticos han logrado seguir el paso, puntualmente, a la tecnología militar norteamericana.

Según expertos occidentales, estos hallazgos se han logrado a base de grandes esfuerzos económicos, ya que la industria de guerra de la URSS constituye un departamento estanco, dentro de la economía soviética, que no irradia las ventajas de sus descubrimientos a los otros sectores económicos, como sucede en el capitalismo. De ahí que repetidas veces se haya afirmado que es en la URSS, más que en cualquier otro lugar, donde se presenta el antagonismo, entro los cañones y la mantequilla".

`El Kremlin ha presentado su oposición al deseo de Ronald Reagan de investigar y desarrollar -nuevos sistemas de misiles antibalísticos, afirmando que la posesión de estos sistemas daría a Estados Unidos la posibilidad de llevar la iniciativa en caso de guerra nuclear destruyendo los cohetes enemigos antes de que éstos dieran en el blanco y, por tanto, sin el temor a una posIble respuesta.

Observadores occidentales afirman que hay otras varias razones: los sistemas de misiles antibalísticos convertirían en inútiles los anteriores logros spoviéticos en materia de cohetería, realizados a base de gran esfuerzo económico, al igual que la bomba de neutrones puede convertir también en inútil, en su momento, sus esfuezos en materia de blindados.

El Kremlion -afirman observadores occidentales- es consciente de que seguir tras lo que ellos llaman "loca carrera armamentista de Estados Unidos" puede suponer el agravamiento de sus problemas económicos, justo en el momento en que los nuevos líderes del Kremlin tratan de buscar nuevas soluciones para poner a flote el país.