Roa Bastos juzga el exilio como un componente del proceso de liberación de Latinoamérica
Escritores latinoamericanos piden mayor atención de la sociedad española
"El exilio es un componente del proceso de liberación latinoamericana". Muchos escritores de habla española compartieron esta afirmación del escritor paraguayo Augusto Roa Bastos, autodenominado "decano de los exiliados latinoamericanos", que fue explicada, dentro de una ponencia de mayor desarrollo, el pasado día 23, en la sesión final del coloquio La literatura hispanoamericana y el exilio, organizado por la facultad de Filología de la Universidad Complutense.
"Me considero un emigrante fracasado, un exiliado a quien le hubiera gustado tener su lugar de exilio en España, mi lugar natural". La contrapartida a este sentimiento, expresado también por Roa Bastos, que vino expresamente a este coloquio desde su exilio francés de Toulouse, la pusieron los mismos escritores -entre los que se encontraban el chileno Oscar Waiss, los argentinos Daniel Moyano, Horacio Salas y Blas Matamoro y los uruguayos Eduardo Galeano y Cristina Peri Rossí-. Todos expresaron su amargura por la indiferencia del mundo cultural español ante los exiliados.Además de los autores citados participaron en el coloquio Antonio di Berledetto (Argentina) y Armando Alvarez Bravo (Cuba) cuya intervención en la segunda sesión del coloquio estuvo reforzada por la presencia e intervención del también escritor cubano Armando Valladares. Los debates fueron presididos por el vicerrector de Extensión Cultural de la Complutense, Nicolás Ortega, por el decano de la facultad de Filología, Jesús Bustos Tovar, y por los miembros del departamento de Literatura Hispanoamericana Luis Sainz de Medrano y Juana Martínez Gómez.
En la última sesión, moderada por el escritor español con larga experiencia en el exilio, Manuel Andújar, los participantes resumieron sus propia visión del exilio y las enseñanzas que han recibido de él pero reclamaron una mayor atención de los medios administrativos, universitarios y culturales españoles.
Augusto Roa Bastos, autor de más de 20 libros, entre los que destacan Hijo de hombre y Yo, el supremo, expuso su "peculiar manera de encararse con el problema del exilio". "Uno de los principales problemas es la dicotomía exilio interior-exilio exterior; y esto es importante analizarlo porque el exilio continúa siendo la fuente de las principales corrientes literarias latinoamericanas. El exilio ha sido en algún sentido fermento de cultura en estos países".
Para Roa Bastos la situación de los exiliados interiores es la más grave "porque implica el máximo sacrificio físico y psíquico, se produce un desgarramiento y la desintegración. Por el contrario el exiliado interior cree que la cultura ha sido exiliada con él y que las manifestaciones auténticas sólo pueden emerger en el exilio exterior. Por estas y otras causas existen muchas veces malentendidos entre el exilio exterior y el interior a pesar de que mantengo que en el caso latinoamericano el exilio puede convertirse en un medio de normalización y entendimiento".
Augusto Roa Bastos analizó también el caso concreto del exilio de los escritores de Paraguay "un país sin apenas tradición literaria y que es bilingüe, ya que el 95% de la población habla guaraní".
Completando ideas sobre el exilio Daniel Moyano dijo que querían devolver a España el legado cultural que había dejado el exilio español en Latinoamérica. "Queremos hacer algo fecundo de esta desgracia. Estamos aquí y no tienen que ir a buscarnos a ninguna parte". Eduardo Galeano dijo que el exilio "ha proporcionado una larga enseñanza de humildad y paciencia pero que también afecta a los exiliados sin prestigio histórico".
Horacio Salas agregó que el exilio proporcionaba también una enorme dosis de tolerancia pero se quejó de que los autores exiliados no puedan ser contratados como profesores en las universidades españolas o en otros centros de enseñanza.
Babelia
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