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El Gobierno de Nicaragua estudia la declaración del estado de guerra tras denunciar una invasión de guardias somocistas

Un número grande de ex guardias somocistas, pero inferior al de 10.000 que mencionaron algunas agencias de Prensa internacionales, ha penetrado en territorio nacional nicaragüense con intención de crear una zona liberada, según confirmaron ayer fuentes oriciales nicaragüenses. La asamblea sandinista -máximo órgano consultivo del país-, la Junta de Reconstrucción Nacional y el Gobierno celebraron reuniones urgentes en las últimas horas con el fin de decidir las medidas especiales a adoptar, entre las que cabría la declaración de estado de guerra en todo el país, según dijo a EL PAIS una fuente segura, pero no oficial.

Rafael Córdova Rivas, miembro de la Junta de Gobierno de Nicaragua, afirmó que el número más aproximado de elementos contrarrevolucionarios, fuertemente armados, que ha conseguido entrar en Nicaragua es el de 1.500. La invasión se inició, hace aproximadamente quince días, por la zona montañosa del Norte, en la frontera con Honduras, y los combates proseguían durante el día de ayer.Los enfrentamientos más intensos tienen lugar en el departamento de Matagalpa, considerado el corazón de la región, pero, en ningún caso, afectan a los núcleos urbanos, por lo que la situación en todas las ciudades del país era ayer absolutamente normal.

Las autoridades han movilizado un número indeterminado de tropas especiales que serán enviadas al lugar de batalla, según confirmó el ministro del Interior, Tomás Borge. No se conocen detalles sobre el número de soldados sandinistas envueltos en los combates o cifras de bajas, aunque la agencia France Press asegura, citando a una fuente oficial, que se han producido numerosos muertos y heridos.

Comunicado sandinista

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La única información oficial sobre la invasión es un comunicado publicado en la noche del pasado viernes por la secretaría de la dirección nacional del Frente Sandinista en el que se alerta a la población frente a la nueva "agresión del imperialismo". Medios periodísticos locales califican la situación como "la más crítica de las que el país ha conocido durante sus más de tres años de revolución".

El Gobierno anunciará mañana una serie de medidas destinadas a hacer frente a la agresión contrarrevolucionaria. Estas medidas pretenden fundamentalmente, según fuentes nicaragüenses, evitar que los agresores puedan encontrar el apoyo de una acción combinada mediante sabotajes en las principales ciudades, incluida Managua. Con ese fin es probable que los dirigentes sandinistas decreten la entrada en vigor del estado de guerra en todo el país.

La declaración de estado de guerra no supondría inevitablemente la militarización de los servicios, sino que serviría fundamentalmente para ejercer un mayor control sobre aquellas actividades que puedan suponer un apoyo directo o indirecto para los contrarrevolucionarios.

El Gobierno pretende, por ejemplo, establecer un mayor control sobre la distribución de alimentos para evitar el acaparamiento que se ha producido en Nicaragua en las últimas semanas, provocando una escasez artificial, según la expresión de una fuente periodística nicaragüense, de algunos productos de primera necesidad, como el aceite.

El régimen nicaragüense está preocupado por la posibilidad de que el imperialismo pretenda poner en marcha en Nicaragua un proceso de sabotaje y desestabilización "similar al que acabó con el régimen de Allende en Chile", comentó una fuente no oficial. En este sentido, el Gobierno decidiría implantar un sistema de mayor control sobre sectores como, por ejemplo, el del transporte público, del que un 45%, aproximadamente, sigue estando en manos privadas.

Procedentes de Honduras

Las fuentes consultadas por EL PAÍS en Managua aseguraron que es difícil precisar el número de fuerzas, compuestas por somocistas e indios miskitos, que se encuentran actualmente en el interior de Nicaragua. "Penetra un grupo procedente de Honduras y cuando el Ejército intenta repelerlo aparece otro grupo de apoyo en otro sector, y es muy difícil precisar si los distintos grupos se instalan en territorio nacional o vuelven a Honduras para hostigar más tarde", según el relato de las mismas fuentes.

El número total de ex guardias somocistas que se encuentran en Honduras, donde reciben preparación militar, en algunos casos, según las denuncias del Gobierno de Managua, de parte de instructores norteamericanos, es aproximadamente de 7.000.

Los contrarrevolucionarios están organizados, según la agencia Efe en columnas de más de cien soldados cada una, que fueron introduciéndose en el país en las última semanas e intentaron tomar la poblaciones de Wiwili y Quilali. Incluso se han detectado alguno grupos de unos seis hombres a menos de cien kilómetros de Managua. El verdadero intento de lo agresores es, al parecer, tomar el valle de Jalapa, a sólo tres kilómetros de la frontera con Honduras. Los antisandinistas aseguran que sus comandos han derribado un avión de la fuerza aérea nicaragüense en el departamento de Jinotega.

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