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Gobierno Reagan baraja cuatro proyectos distintos para la reducción de euromisiles

El presidente norteamericano, Ronald Reagan, está analizando cuatro opciones diferentes para las negociaciones Este-Oeste, en Ginebra, destinadas a un compromiso en materia de misiles de alcance medio (euromisiles). Al mismo tiempo, la Cámara de Representantes, al finalizar un apasionado debate de doce horas de duración, decidió aplazar hasta el próximo lunes el voto en pro de una congelación de armas nucleares.

Las cuatro posibilidades que Reagan estudia para negociar con los soviéticos fueron reveladas por el diario The Washington Post.

Van desde la postura maximalista de la denominada opción cero hasta la posición de un acuerdo interino entre soviéticos y norteamericanos en materia de misiles nucleares de alcance medio.

Maximalismo y pragmatismo

La opción cero fue presentada, y rechazada por Moscú, en noviembre de 1981. En ella se propone renunciar a la instalación en los países europeos de la OTAN de los nuevos 572 misiles Pershing 2 y Cruise, siempre y cuando la URSS acepte desactivar los casi seiscientos misiles SS-20, SS-4 y SS-5 desplegados en Europa.

La segunda alternativa que actualmente sería estudiada por la Casa Blanca propone reducir los misiles de alcance medio al número de cien unidades o trescientas cabezas nucleares por cada bando.

La tercera opción, denominada montaje-desmontaje, equivaldría a un despliegue de misiles en la OTAN, mientras la URSS comienza a desmantelar los suyos hasta llegar a un número igual de misiles/cabezas nucleares, antes de pasar a negociar para una reducción.

Por último, la cuarta alternativa -y probablemente la más realista-, supondría concluir un acuerdo interino, en el que se llegaría a un compromiso de equilibrio entre el número de misiles norteamericanos y soviéticos, con posible renuncia por parte de Washington a instalar la totalidad, o parte, de lo misiles Pershing 2, arma que, debido a su rapidez de tiro y precisión preocupa particularmente a los soviéticos.

Nitze, partidario

Paul Nitze, actual jefe de la delegación norteamericana en las negociaclones de Ginebra, sería partidario, al parecer, de esa última fórmula.

Oficialmente, tanto en la Casa Blanca como en el Pentágono, se mantienen en la fórmula inicialmente propuesta por Reagan de la opción cero. Pero ante las reservas de los Gobiernos de Europa occidental, el riesgo de un bloqueo en las negociaciones de Ginebra y, sobre todo, las presiones en el Congreso y la opinión pública estadounidense, es muy posible que la Administración Reagan varíe en las próximas semanas su postura en las negociaciones sobre euromisiles.

A nivel de debate político interno, la Cámara de Representantes volverá el próximo lunes sobre la propuesta de resolución para una "congelación y posterior reducción de armas nucleares". En el debate celebrado el pasado miércoles, los partidarios de la resolución lograron derrotar dos enmiendas presentadas por congresistas republicanos, partidarios de la doctrina Reagan en materia de armamento.

"Es un voto que ganaremos, porque es un voto de conciencia", afirmó, por su parte, el líder de la mayoría demócrata en la Cámara, Thomas O' Neill.

En el verano de 1982, Ronald Reagan logró frenar la iniciativa pro congelación de armas nucleares por 204 votos contra 202. Pero, entre tanto, los demócratas aumentaron sus filas en veintiséis escaños en las últimas elecciones al Congreso del pasado mes de noviembre, contando hoy con suficiente margen de votos como para aprobar la resolución a favor de la congelación de armas nucleares.

Los euromisiles serán, por otra parte, tema prioritario de la próxima reunión de la OTAN.

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