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Estados Unidos y sus aliados dan muestras de flexibilidad ante la nueva ronda de negociaciones sobre los euromisiles

Las negociaciones norteamericano-soviéticas sobre la reducción de armas estratégicas de alcance medio se reanudaron solemne y ritualmente ayer en Ginebra en las dependencias de la misión soviética, tras ocho semanas de interrupción debido a las fiestas navideñas. Dos preocupaciones destacan en la actitud de Estados Unidos y de sus aliados de la Alianza Atlántica ante esta nueva ronda de negociaciones: la necesidad de demostrar flexibilidad y la voluntad de mantener una postura común y homogénea frente a los negociadores soviéticos, informa la agencia France Presse.

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El ministro de Defensa de la República Federal de Alemania, Manfred Wörner, que se desplazó hasta Ginebra para entrevistarse, ayer por la mañana, con el regociador norteamericano, Paul Nitze, expresó esta doble preocupación en una conferencia de Prensa.Wörner hizo menos hincapié en la denominada opción cero -no despliegue de 572 nuevos misiles occidentales a cambio del desmantelamiento de los misiles soviéticos SS-4, SS-5 y SS-20- que sobre la necesidad de examinar "cuidadosamente toda nueva propuesta" que pueda presentar la Unión Soviética y dar prueba así de flexibilidad.

La opinión pública de la RFA está muy sensibilizada con los euromisiles, y los ecologistas, visceralmente antinucleares, están aprovechando la campaña electoral para oponerse a la decisión de la OTAN de instalar en su territorio, a partir de finales de año, 108 cohetes Pershing 2 y 96 misiles Cruise.

El pasado martes, Nitze, a su llegada al aeropuerto de Ginebra, dijo claramente a la Prensa que Estados Unidos no estaba "empecinado en la opción cero" sino que el deseo occidental es obtener un "acuerdo justo".

En la misión soviética

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Como se había convenido previamente, a las once en punto, en el porche de Villa Rosa (denominación del recinto que dentro de la Embajada soviética sirve de escenario para las discusiones de desarme), el embajador soviético, July Alesandrovich Kivisinski, acompañado de sus más próximos colaboradores, tendía sonriente la mano a su homólogo estadounidense, Paul Nitze, mientras un centenar de fotógrafos y cámaras venidos del mundo entero dejaban constancia del acto para la historia, según informa nuestro corresponsal, Francisco Martín Polanco.

Los periodistas, mantenidos a distancia por una barrera metálica, pudimos ser testigos privilegiados de la ceremonia de entrada. Con el protocolo y la liturgia de siempre, se fueron sucediendo los apretones de manos, los saludos de rigor y alguna palabra entrecruzada. Una vez que hubieron franqueado el umbral, los dos jefes de delegación y sus respectivos séquitos, un guardia rojo parsimonioso, indiferente y serio, cerraba a cal y canto la puerta de acceso a la sala de las negociaciones.

Washington renunciaría a desplegar los 572 euromisiles Pershing 2 y de crucero en Europa occidental si la Unión Soviética retira a cambio seiscientos cohetes SS-20, SS-4 y SS-5 que amenazan la seguridad de sus aliados de la OTAN.

Propuestas

Los SS-20 son misiles de gran precisión y alcance, con cabezas múltiples. La decisión tomada por la OTAN en diciembre de 1979 prevé el despliegue, a finales de este año, de 108 Pershing 2 y 96 Cruisse en Alemania Occidental, 160 misiles más de crucero en Gran Bretaña, 122 en Italia y 48 en Bélgica y Holanda, respectivamente.

Moscú estaría, por su parte, según anuncia Efe, dispuesto a conservar en Europa tantos misiles intermedios como los arsenales de Gran Bretaña y Francia juntos, suponiendo que los norteamericanos retirasen los suyos del continente.

A cambio de que no se instalen los Pershing 2 y los Cruise norteamericanos, la URSS ha dado también a entender que estaría dispuesta a destruir o a desplazar parte de sus modernos cohetes SS-20 -4.500 kilómetros de alcance y tres cabezas nucleares cada uno- y discutir sobre el futuro de los restantes. En resumen, la actitud soviética se limita a insistir en que no admite la superioridad militar de nadie, ni de Estado a Estado ni con respecto a la OTAN en su conjunto.

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