Ferrater Mora afirma que la cultura catalana no puede prescindir de nada ni de nadie

El filósofo Josep Ferrater Mora dictó ayer la tercera de las conferencias previstas dentro del ciclo Reflexiones críticas sobre la cultura catalana. Ferrater planteó la necesidad de no prescindir de nada ni de nadie en la tarea común de construir la cultura catalana, argumentando que las posturas excluyentes sólo conducen a la desaparición de las propias formas culturales.

No hubo debate tras la conferencia de Josep Ferrater Mora. Los aplausos suplieron el tiempo destinado al diálogo en la más corta de las intervenciones que se ha producido hasta ahora dentro de las jornadas y, a la vez, una de las que puede provocar más polémica."La cultura catalana es la de la sociedad catalana" afirmó Ferrater en lo que parecía una tautología. Pero el filósofo pugnaba por hacer evidente lo obvio. La aparente tautología se producía segundos después de que hubiera definido la palabra sociedad: "una comunidad con amplitud y densidad geográfica y demográfica suficientes y suficientemente variadas estructuras sociales y económicas, que ha tenido una historia propia,... en la cual las transformaciones políticas, sociales y económicas han afectado más o menos intensamente y en un momento u otro a todos sus grupos y a todos su miembros". Junto a estas primeras notas había otras: "Tener, a consecuencia de esta formación histórica, una personalidad -en los tiempos modernos una personalidad nacional diferenciada- que se revela en actitudes y decisiones que pueden ser objeto de discusión, pero donde incluso las desavenencias brotan del propio gran cuerpo social, porque lo son respecto a la estructura y el futuro de la propia comunidad".

Ferrater enlazaba así con el discurso de Pierre Vilar, presente ayer en la sala, y se distanciaba de Triadú. Y sobre todo se distanciaba de un oyente de este último que manifestó su incomodidad ante la expresión "Cataluña real". Para Ferrater no hay más Cataluña que la real. Pluriforme y pluriactiva. Frente a la"cultura catalana que resulta de esa sociedad con llestamentos, clases, grupos sociales" se alzan "algunos catalanes" que "han soñado a veces una cultura hecha sólo con poesía retorcida o con una filosofia embrollada como otros han soñado una cultura hecha sólo de reuniones sardanísticas y costilladas a la brasa Son formas de poner en peligro, sin darse cuenta, la intiegridad y la posible persistencia de la propia cultura".