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El primer fragmento del Cosmos cayó cerca de la isla Diego García

El fragmento más importante del satélite-espía soviético Cosmos 1402, de tres toneladas y media de peso, se hundió anoche en el océano Indico a las 23.21, hora de Madrid, a unos 1.800 kilómetros de la isla Diego García. Según las primeras indicaciones de que se disponía en Washington, ningún fragmento radiactivo cayó sobre la tierra.La agencia oficial soviética Tass anunció, una media hora más tarde que el Pentágono, la caída del Cosmos. "La parte más importante de la estructura del satélite entró el 24 de enero a las 23.10 en las capas densas de la atmósfera por encima de la región central del océano Indico y cesó de existir", indicó la Tass. "El otro fragmento del satélite, la parte activa del reactor de la instalación energética", agregó la agencia soviética, "ingresará en las capas densas de la atmósfera entre el 3 y el 8 de febrero próximos y se quemará completamente", añadió la Tass en el breve comunicado.

Este generador nuclear proporcionaba la energía necesaria para el gigantesco radar de nueve metros de diámetro destinado a vigilar los movimientos de los barcos de guerra norteamericanos y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

El satélite soviético, en su última órbita, sobrevoló Estados Unidos, la península escandinava, cruzó en semidiagonal el territorio europeo, Oriente Próximo y el mar de Arabia, para desplomarse finalmente en el océano Indico. Los restos del satélite fueron observados a simple vista durante 40 segundos antes de hundirse.

Algunos expertos norteamericanos del Pentágono aseguraron que aunque el fragmento caído no forma parte del reactor nuclear, está bastante contaminado de radiactividad después de haber permanecido sometido durante cuatro meses al bombardeo de partículas en la órbita terrestre.

De acuerdo con experiencias anteriores, como la del Cosmos 954, que se precipitó contra el planeta en enero de 1978, expertos norteamericanos suponen que el fragmento caído se habrá fragmento en centenares de trozos en su fricción con las capas de la atmósfera, a una altitud de entre 120 y 90 kilómetros.

El combustible nuclear del Cosmos 954 se desintegró en su contacto atmosférico. En aquella ocasión, el entonces presidente norteamericano, Jimmy Carter, sugirió que se prohibiera la utilización de reactores nucleares por su peligrosidad. La parte del satélite que contiene el combustible nuclear tiene apenas un metro de largo, con una carga de 50 kilos de uranio enriquecido, y vuela unos 19 kilómetros más alto que la parte desprendida.

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El Cosmos 1402 era uno de los 70 satélites-espías que la Unión Soviética envió al espacio el año pasado, según cálculos de los expertos norteamericanos, quienes afirman que algunos de ellos sirvieron información a Argentina durante la guerra que este país mantuvo con el Reino Unido a propósito de la soberanía de las islas Malvinas.

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