El Gobierno cuenta ya con un borrador de la nueva ley que deber a regular la propiedad intelectual

El Gobierno está preparando una nueva ley de Propiedad Intelectual que supla a la vigente, que data de 1879. El borrador del proyecto de ley llegó al ministerio hace escasos días, y se especula con la posibilidad de que antes de un mes se eleve a la comisión parlamentaria. El borrador del citado proyecto, al que ha tenido acceso este periódico, cuenta con un centenar de artículos y ha sido elaborado por un prestigioso equipo de juristas especializados en temas relativos a la propiedad intelectual.

La libertad de los ciudadanos, la libertad de expresión y el derecho del pueblo a acceder a la cultura son los principios generales que han inspirado a los redactores de este borrador. Estos principios están detalladamente expuestos en el prólogo de la ley.Pero al margen de estos principios ideológicos, el equipo de juristas se ha planteado esencialmente dos objetivos: el primero, adecuar la normativa legal a la de los países de la Comunidad Económica Europea, preferentemente Italia, Francia y Gran Bretaña; y en segundo lugar, acabar con la complicada red, formada por decretos, órdenes ministeriales y disposiciones, con los cuales se ha estado reglamentando durante años los derechos de la propiedad intelectual.

Hacia un código

Aseguran los especialistas que, si este borrador de proyecto de ley prospera, podría convertirse en la pieza fundamental de un nuevo Código de la Propiedad Intelectual, que se situaría entre los más importantes y avanzados de Europa. Los técnicos juristas, que han tenido acceso a este borrador, han señalado que el proyecto puede calificarse como de "perfeccionista" y que "difícilmente puede ser rebatido por la oposición parlamentaria".

No es éste el único borrador de proyecto de ley de Propiedad Intelectual que se ha barajado en los últimos, meses. En medios parlamentarios se ha señalado que la anterior titular del departamento de Cultura, del Gobierno de Unión de Centro Democrático, Soledad Becerril, estuvo muy interesada en el tema y que mandó también que se redactara un anteproyecto, texto que al parecer no ha podido ser localizado por la actual Administración socíalista.

Protección para todos

El actual Registro de la Propiedad Intelectual será sustancialmente reformado, según se desprende de los primeros artículos del citado borrador. No será necesario que los autores depositen en el Registro de la Propiedad sus obras para verse protegidos por la ley, Cualquier obra, por el mero hecho de serlo, podrá ampararse automática mente en la ley de Propiedad Intelectual. Con esta disposición se eliminan complicados trámites burocráticos y se da un paso importante en el principio de igualdad ante el derecho. El borrador de ley contempla también los derechos de autor de obras vehículo que, como el disco, el cine, la televisión o el vídeo, no gozan actualmente de la protección adecuada, y que son fuente de permanentes conflictos judiciales, no sólo en España sino en numerosos países europeos.

Existe también en este proyecto una profunda preocupación por la protección de los derechos del editor. Se establece que antes de editarse cualquier obra deberá presentarse el proyecto ante el Registro de la Propiedad Intelectual, para conocer de esta manera si existe algún tipo de derecho que invalide su publicación. Con esta medida, y con otras que se detallan a continuación, se pretende poner fin a la piratería editorial que pueda realizarse dentro del país.

Se establecen también medidas contra la piratería editorial internacional a través de la negociación y rescisión de pactos con los países transgresores.

Derecho a las plusvalías

Uno de los puntos más trascendentes y espectaculares abordados en este borrador es el referente al derecho de seguimiento y reventa de obras, que se encuentra recogido en todas las leyes europeas. Con esta disposición se permite que los autores, principalmente los plásticos, se beneficien en parte de las ventas de sus obras, aunque las transacciones no las hayan realizado personalmente. Con esta medida se intenta poner freno a la especulación de las obras de arte y se hace participar al autor de las plusvalías que puedan generar las obras con el paso de los años.

En el borrador de la nueva ley de Propiedad Intelectual se establecen dos vías de reclamación o de acción judicial: la vía civil y la penal. Los juristas, al llegar a este punto, han tenido cuidado en adjudicar a una u otra vía judicial los casos más habituales de infracción de los derechos de la propiedad intelectual. Se pretende así evitar las dudas y dilaciones con las que se enfrenta la Administración de Justicia cuando se plantea una reclamación.Otra novedad importante, desde un punto de vista judicial, queda recogida en un artículo que establece que el autor, cuando se sienta perjudicado por la publicación de una edición pirata, podrá dirigirse a las comisarías de policía, exigiendo el embargo preventivo e inmediato de las obras. Se iniciaría así, según el borrador, una acción judicial urgente, que culminaría en un juzgado de instrucción, donde antes de un mes debería adoptarse una resolución firme con referencia a la reclamación.