Gromiko excluye en Bonn la 'opción cero' y ofrece negociar sobre los cohetes de corto alcance
El ministro de Asuntos Exteriores de la Unión Soviética, Andrei Gromiko, en una conferencia de Prensa en Bonn, negó categóricamente que su país pueda llegar a aceptar la opción cero de desarme en la forma propuesta por Estados Unidos, porque supondría terminar con el equilibrio actualmente existente.
La noche del lunes, en el discurso pronunciado durante un banquete dado por las autoridades de la RFA en su honor, Gromiko ofreció por primera vez una negociación sobre los cohetes soviéticos de alcance inferior a los mil kilómetros, los SS-21, SS-22 y SS-23, que hasta ahora no están incluidos en las negociaciones de desarme.El decano mundial de los ministros de Asuntos Exteriores hizo ayer, a los 73 años, una exhibición de cómo se puede hablar durante hora y media sin decir absolutamente nada nuevo, en una conferencia de Prensa que parecía perfectamente escenificada con la complicidad de la Asociación de la Prensa federal alemana.
Gromiko sacó a relucir su faceta encantadora en Bonn, en una postura muy diferente a la de hace dos años, cuando amenazó con que no habría negociaciones de desarme si la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) adoptaba la decisión de estacionar nuevos euromisiles atómicos.
En sus declaraciones ante la Prensa, Gromiko no se movió ni un milímetro de las posiciones soviéticas ya conocidas. Sobre la cuestión de si Moscú está dispuesto a destruir parte de sus SS-20, respondió que la oferta de Andropov propone estacionar en territorio europeo de la URSS una cantidad de cohetes equivalente a la fuerza nuclear francesa y británica y destruir otros. Gromiko no especificó cuáles.
A la pregunta de por qué la Unión Soviética incluye en sus cálculos la fuerza nuclear de Francia y el Reino Unido, sobre las que no se negocia en Ginebra, Gromiko respondió: "Porque Francia y Gran Bretaña forman parte de la Alianza occidental, ¿o es que usted leyó alguna declaración en contra?.
Todo el que piensa se da cuenta de que los cohetes de alcance medio están estacionados en Europa. Se puede decir que los cohetes situados en submarinos son de tipo estratégico. Sí, son estratégicos, pero están en Europa y pueden llegar a alcanzar los centros económicos y de población más importantes de la Unión Soviética y, por supuesto, a nuestros aliados. Sería inexplicable que cerrásemos los ojos a esta realidad. Nosotros no proponemos; que Francia y Gran Bretaña reduzcan sus armamentos, pero decimos que hay que tenerlos en cuenta a la hora de considerar el equilibrio. Nuestra propuesta tiene lógica y así lo ven algunos países de la OTAN".
Sobre la opción cero que proponen los norte americanos, la respuesta de Gromiko fue un categórico "niet (no), porque sería un cero sólo para la Unión Soviética".
La noche anterior, en el banquete que el ministro de Asuntos Exteriores de la RFA, Hans Dietrich Genscher, dio en su honor, Gromiko tocó el problema que plantearía el estacionamiento de los nuevos euromisiles en Europa, y aseguró que se llegará sin la menor duda a un equilibrio, pero a un nivel más alto de armamentos.
Gromiko dijo que "la aplicación de ese programa supondría para todo el mundo tina confrontación nuclear de largos años, con todas las consecuencias derivadas de ello. Tampoco podemos ignorar el hecho de que la República Federal es el único Estado donde está previsto estacionar los cohetes Pershing 2, que en pocos minutos pueden alcanzar objetivos estratégicos en el interior de la Unión Soviética".
Gromiko añadió que Ias necesidades de nuestra seguridad y la de nuestros aliados nos dictarían las conclusiones adecuadas, si la situación nos obligase a ello, y el equilibrio sería de cualquier forma restablecido, pero a un nivel más alto". Gromiko desmintió ayer en Bonn que el pasado verano, en Ginebra, se hubiese llegado a una "solución intermedia" entre el negociador soviético y norteamericano. El recientemente destituido Eugene Rostow, jefe de la Oficina de Desarme de Estados Unidos, declaró que había un acuerdo informal de reducir los cohetes de ambas partes, hasta una cifra comprendida entre cincuenta y .cien. Gromiko desmintió esto en Bonn y dijo que en Ginebra se negocia, pero no se avanza.
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