La oposición de la RFA, receptiva ante la oferta de desarme de Andropov
Las propuestas de desarme del dirigente soviético Yuri Andropov fueron acogidas con escepticismo por el Gobierno de democristianos y liberales y positivamente por la oposición socialdemócrata de la República Federal de Alemania.La primera reacción del Gobierno federal fue de abierto escepticismo, con frases como "se analizarán, como siempre, con gran atención y cuidado" y "suenan muy bien, pero pueden significar la perpetuación de la superioridad soviética". En una conferencia de Prensa celebrada ayer en Bonn, el presidente socialdemócrata y de la Internacional Socialista, Willy Brandt, destacó que la propuesta de Andropov tiene peso y significa un cambio en la posición negociadora de la URSS en la Conferencia de Desarme de Ginebra.
Brandt criticó "las apresuradas tomas de postura polémicas en algunas capitales occidentales" y añadió que este tipo de reacciones no ayudan nada. El presidente socialdemócrata recordó que la propuesta de Andropov tiene puntos de contacto con la del ex negociador norteamericano en cuestiones de desarme Paul Warnke.
Brandt había apoyado hace días la propuesta de Warnke, consistente en la destrucción de parte de los cohetes de alcance medio soviéticos, para hacer innecesario el estacionamiento de los nuevos misiles norteamericanos en Europa.
El ex canciller federal, el socialdemócrata Helmut Schmidt, en una entrevista realizada por la revista Stern antes de hacerse pública la propuesta de Andropov, repitió su impresión de que en Ginebra "el nudo se romperá probablemente al final de las negociaciones, en el verano u otoño de 1983". Schmidt considera estrafalaria la idea de que se puede hacer doblar la rodilla a la URSS mediante la carrera de armamentos: "Los rusos están acostumbrados, desde generaciones, a soportar sufrimientos".
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